EL ACTOR ARGENTINO FALLECIÓ ESTE SÁBADO A LOS 71 AÑOS TRAS SUFRIR UNA CRISIS CARDIACA
Ulises Dumont había nacido en Buenos Aires el 7 de abril de 1937. Tras una larga trayectoria teatral, debutó en el cine en 1964 con la cinta «Dos quijotes sobre ruedas». Dueño de una fibra interpretativa que permitió valorar el aporte del que acompaña, del ladero del protagonista, Ulises dotó de matices a sus criaturas y aunque su formación se la debe al teatro, potenció la labor del actor en la pantalla grande.
Dumont trabajó en más de 80 películas y también en la televisión, no sólo de la Argentina, sino en muchos canales de habla hispana. En algunos casos, fue la cara de auténticos clásicos del cine argentino, como «Yepeto», «El mismo amor, la misma lluvia”, «Los chicos de la guerra» o «No habrá máss penas ni olivido», entre tantas. Obtuvo numerosos reconocimientos en festivales cinematográficos de Latinoamérica y Europa como mejor actor («Sus ojos se cerraron»), mejor interpretación («El censor», «El viento se llevó lo que», «Yepeto»), actor de reparto («Romeo y Julieta») y a la Trayectoria en 1996.
En la televisión argentina también se ganó el reconocimiento del público en series de drama y novelas, como «Mujeres asesinas» (2005), «Criminal» (2005), «Mujeres asesinas» (2005), «Tiempo final» (2000), «Alén, luz de luna» (1996) o «Un día volveré» (1993).
En esa lista de labores trascendentes no pueden omitirse los títulos «Diarios de motocicleta», «Conversaciones con mamá», «Sur», «El mismo amor, la misma lluvia», «Sus ojos se cerraron», «El año del conejo», «Cuarteles de invierno», «Los chicos de la guerra», «No habrá más penas ni olvido», entre otros. Muchas de estas películas fueron coproducciopnes con España. En el cine español también tuvo una importante presencia en la última década, con títulos como «Smoking room» o «Morir en San Hilario». El actor deja pendiente de estreno «Negro Buenos Aires», actualmente en posproducción.
EN LAS TABLAS
Pero fue el teatro su ámbito natural de formación desde que en 1958 y junto a un grupo de amigos del barrio porteño de Núñez (en el que también estaba Luis Brandoni) formó un elenco dentro de un club y debutó con la pieza «Futuro imperfecto». «No sé lo que me pasó, pero cuando subí al escenario sentí como un shock. En ese momento me di cuenta que lo único que me interesaba en la vida era ser actor. Tenía 19 años», recordó un cuarto de siglo más tarde.
Sobre tablas marcaron historia sus interpretaciones en piezas como «La Nona», «Arlequín, servidor de dos patrones», «La cal viva», «El hombre elefante», «El sol naciente», «El acompañamiento», títulos que lo vincularon con autores y directores de la talla de Villanueva Cosse, Agustín Alezzo, Emilio Alfaro, Carlos Gorostiza, Griselda Gambaro y Carlos Somigliana.
«Era un amigo de ley, un actor excepcional y una persona excelente», ha dicho de él, el actor argentino Rodolfo Ranni tras saber de la muerte de Dumont. Por su parte, el actor Héctor Alterio ha recordado a su fallecido colega «como un muchacho jovial, alegre, con una comicidad muy particular, quien, paso a paso, se fue abriendo en la profesión hace 50 años y demostrando sus cualidades».