El director de «El último tango en París», «Noveccento» o «El último emperador», ha fallecido en Roma a los 77 años

El cineasta italiano Bernardo Bertolucci, cuyas películas jalonaron la historia del cine de la segunda mitad del siglo XX y responsable de obras como «El conformista», «El último tango en París», «Novecento», «El último emperador» (filme que le valió el Oscar en 1987) o «Soñadores», ha muerto en Roma a los 77 años. Su desaparición deja al Cine (con mayúsculas) de luto. A lo largo de su trayectoria, sus películas despertaron grandes debates y mucha controversia. Fue galardonado en 2007 con el León de Oro al logro de toda una vida en el Festival de Venecia y recibió el mismo reconocimiento en 2011 con la Palma de Oro honoraria en el Festival de Cine de Cannes.

Bernardo Bertolucci nació en Parma, Italia, el 16 de marzo de 1940. Su padre era el famoso poeta Atilio Bertolucci. Siguiendo los pasos de su padre y tentado por la poesía, Bernardo Bertolucci empezó a estudiar literatura moderna en la Universidad de Roma, pero en 1961 abandonó la carrera para trabajar como ayudante de dirección de Pier Paolo Pasolini en la primera película de éste, «Accattone». Un año después es el mismo Bertolucci quién debuta como director con «La comare seca» (1962), sobre una idea del propio Pasolini.

Su segunda película, que dirige a los 24 años, es «Antes de la revolución» (1964), que le consagró dentro de la nueva generación de directores italianos de izquierdas que surgieron en aquella década. Continuó con «Partner» (1968), la cual fue una inspiración libre de «El doble” de Dostoievski. Dos años después hizo «La estrategia de la araña» (1970), filme inspirado en un cuento de Borges. Alcanzó su primer éxito artístico con «El conformista» (1971), película que fue considerada por muchos críticos como su primera obra maestra, que fue nominada al Oscar al mejor guión.

En 1972 dirige otra obra maestra, la ya popular «El último tango en París», una de las más exitosas en la historia del cine, por la que Bertolucci es nominado al Oscar, que en Italia tuvo varios problemas de censura, para la que llama a Marlon Brando como protagonista. La película es una verdadera historia de desesperación y dolor, de alienación, furia y, finalmente, de un auténtico hara-kiri. Le siguieron: «Novecento» (1976), épico homenaje al comunismo italiano, con música de Ennio Morricone y fotografía de Vittorio Storaro, «La luna» (1979) e «Historia de un hombre ridículo» (1981).

En 1989 da un giro a su trayectoria y rueda en China «El último emperador», que fue ganador de nueve premios Oscar, entre los cuales Bertolucci obtuvo los de mejor dirección y mejor guión. Continuó con «El cielo protector» (1990), que rueda en Marruecos y «El pequeño Buda», entre Estados Unidos y la India (1993). En 1996, tras este periplo por diferentes continentes con esta trilogía, vuelve al cine intimista y rueda en Italia «Belleza robada». Dos más tarde hace «Asediada” y en 2002, en París, «Soñadores», su mirada al mayo del 68. En 2012 rueda «Tu y yo». Postrado en sus últimos años en una silla de ruedas, su enfermedad le había impedido seguir rodando. Sus producciones se destacan por su espectacular trabajo visual. Asimismo, es característico su esforzado uso de la cámara y del montaje.

Además de ganar el Oscar, Bertolucci recibió también dos David de Donatello por «El conformista» y «El último emperador»; un Bafta también por esta película, un León de Oro honorífico del Festival de Cine de Venecia en 2007 y la Palma de Oro de Honor del Festival de Cannes en 2011. Su filmografía, llena de coherencia que define a uno de los más grandes autores cinematográficos de la segunda mitad del siglo XX, estuvo influida algún tiempo por la nouvelle vague francesa y por el estilo operistico de su compatriota Luchino Visconti, pero, no obstante a esto, fue adquiriendo a lo largo de los años una robusta personalidad como uno de los grandes creadores cinematográficos de la segunda mitad del siglo XX y un director que con su cine se comprometió políticamente siempre con ideas de la izquierda. Estaba casado en segundas nupcias con la directora y guionista Clare Peploe y su cuñado era Mark Peploe, con el que había escrito gran parte de sus guiones.