EL ACTOR LO RECIBIRÁ EN EL KURSAAL EL DÍA 23 ANTES DE LA PROYECCIÓN DE «YO TAMBIÉN»

Su enorme versatilidad le ha llevado a interpretar los papeles más diversos, desde los clásicos de Shakespeare a los superhéroes contemporáneos, del cine de autor a las producciones más comerciales.
En el cine, su prestigio se cimentó en papeles como el asombroso «Ricardo III», que hizo en 1995 para Richard Loncraine; la interpretación del director de cine James Whale en «Dioses y monstruos» (1998), de Bill Condon -con la que ganó la Concha de Plata al Mejor Actor en el Festival de San Sebastián- o el nazi de «Verano de corrupción» (1999), de Bryan Singer. Anteriormente, otra película protagonizada por él, «Zona», de Kenneth McMullen (1985), obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián.
Tras una amplia trayectoria jalonada de premios, y dos candidaturas al Oscar, ha logrado una gran popularidad con dos papeles fundamentales del cine fantástico reciente: Magneto en «X-Men» (2000), de Bryan Singer, y sus secuelas, y Gandalf en la saga «El señor de los anillos» (2001), de Peter Jackson.
McKellen desarrolló pronto el gusto por acudir al teatro y, curioso por lo que sucedía tras el escenario, se inició en la actuación en la escuela y en la Universidad de Cambridge. Sin una formación previa, comenzó a actuar profesionalmente con compañías regionales inglesas en 1961.Para 1969, cuando se le denominaba «el actor principal de su generación”, ya había trabajado con la National Theatre Company de Laurence Olivier y actuado en obras modernas en Londres y Nueva York.Demostró su excelencia como actor de obras clásicas durante las giras con la Royal Shakespeare Company, en las que interpretó a Ricardo III, Eduardo II, Hamlet, Romeo y el Dr. Fausto. En 1980, interpretó a Salieri en el «Amadeus» que se representó en Broadway. Vinieron entonces tres temporadas como actor y productor para el National Theatre, con obras de Ibsen, Congreve, Stoppard, Chejov y Shakespeare. Y el estreno de «Bent», de Martin Sherman, que exponía las desventuras de los homosexuales en los campos de trabajo nazis.
Su carrera cinematográfica floreció relativamente tarde -incluyendo películas como «Sacerdote del amor» (Christopher Miles, 1981), «Walter» (Stephen Frears, 1982), «El torreón», (Michael Mann, 1983), «Plenty» (Fred Schepisi, 1985) y «La hija de Robert Post» (John Schlesinger, 1995). Su paso por el cine ha estado supeditado a las más de 250 obras de teatro en las que ha actuado a lo largo de casi 50 años. Una de ellas, «Ricardo III», de Shakespeare, comenzó a representarse en el National Theatre de Londres, fue de gira por Europa y Estados Unidos y la adaptó al cine el propio McKellen, que ganó por este papel el Globo de Oro y el Félix al Mejor Actor Europeo del Año en 1996. La película estaba dirigida por Richard Loncraine.
Además, desde que hace veinte años reveló su orientación sexual, McKellen ha estado involucrado en la defensa de los derechos de los homosexuales como cofundador de Stonewall UK.