El nuevo proyecto del director de «La mitad de Óscar» o «La flaqueza del bolchevique», se encuentra en fase de desarrollo

«Canibal», la película que prepara Manuel Martín Cuenca, ha sido seleccionado por el Atelier del Festival de Cine de Cannes que acaba de hacer públicos los 15 proyectos de largometraje de esta edición 2012. Manuel Martín Cuenca es el único español que figura en esta lista. Se basa en un relato corto de Humberto Arenal, un thriller psicológico sobre un hombre que asesina para comerse a sus víctimas. Un día se enamora y su rutina diaria se complica.

El Festival de Cannes confió a la Cinéfondation la misión de organizar el Atelier a favor de la creación. El Atelier selecciona anualmente a través de todo el mundo una quincena de proyectos de largometrajes e invita a sus directores al Festival para establecer relaciones profesionales. Los cineastas son seleccionados en virtud de la calidad de su proyecto y sus películas anteriores para facilitar la financiación y desarrollo internacional.

«Caníbal» llega a Cannes tras haber participado en el Cinemart del Festival de Rotterdam el pasado mes de enero y en los mercados París Project y Small is beautiful en 2011. Además es el proyecto español apadrinado por ACE (Ateliers du Cinéma Européen) que elige 16 títulos entre más de 350 proyectos presentados procedentes de todo el mundo.

La nueva película del cineasta almeriense, autor de «La Mitad de Óscar» o «La flaqueza del bolchevique», será producida por La Loma Blanca PC y Mod Producciones. El guión que se encuentra en fase de desarrollo está firmado por Manuel Martín Cuenca y Alejandro Hernández, guionista de sus anteriores películas.

El argumento de esta historia sigue a Carlos, que vive en Granada. Es el sastre más prestigioso de la ciudad. Un hombre respetable. Su vida es el trabajo y comer… Pero no cualquier cosa. Carlos es caníbal. Un día Nina llega a su vida. Es la hermana gemela, la réplica exacta, de una mujer a la que ya devoró. Es del Este, extranjera, está sola… y todo cambia para Carlos.

En su cuarto largometraje de ficción Manuel Martín Cuenca se plantea la dialéctica entre el mal y el amor y se cuestiona la capacidad de redención de éste… la relación entre el canibalismo y el amor, la destrucción y la ternura.