EL GALARDÓN LO HA RECOGIDO DE MANOS DE ANTONIO BANDERAS

Los presentadores del acto han sido los actores Adriana Ozores y Pepón Nieto, quienes han calificado a Juan Diego como «un ejemplo de honestidad y sacrificio», «una de las personas que más han luchado por la dignidad del oficio» y un «actor visceral con predilección por los papeles arriesgados». También han recordado su debut en el teatro en 1960 y en el cine en 1964 (dirigido por Eloy de la Iglesia), así como su participación, entre otros títulos, en «Los santos inocentes» (1984), con la que «se consolidó su carrera y se dio a conocer fuera de España».
Además del propio Juan Diego, el gran protagonista de la gala ha sido Antonio Banderas, que ha rememorado el momento hace casi treinta años cuando ambos se conocieron en el Festival de San Sebastián y encontró a un hombre «lúcido, vehemente y comprometido». Para Banderas, Juan Diego es un «actor de mucho fuste, que da a sus personajes un halo de ironía y crítica y mucha verdad», y al que sus compañeros de profesión «admiran y quieren por su coraje de dar siempre la cara por nosotros».
Junto a Banderas han homenajeado sobre el escenario al actor sevillano otros amigos como los actores Marisa Paredes, María Asquerino, Fernando Chinarro y Michelle Jenner, además del director Víctor García León.
Juan Diego ha agradecido el premio en una noche «importante» para él y para el cine y dentro de «un festival tan necesario para el cine español», y ha tenido palabras de gratitud para quienes han querido estar con él en este día. A Banderas lo ha definido como «el pionero del ‘no hay meta'» y le ha confesado su admiración por haber llegado a los Estados Unidos y haberse impuesto, después de que cuando lo vio actuar por primera vez pensase «que no se podía ser tan guapo y tan buen actor».
De Chinarro ha recordado los tiempos en los que cobraban cuarenta pesetas en Televisión Española por un papel de «extras con frase», y a María Asquerino le ha ofrecido compartir el Premio Málaga recibido esta noche. «Soy la consecuencia de haber trabajado con los actores con los que he trabajado», ha aseverado Juan Diego, orgulloso de pertenecer a una profesión «tan denostada» en otros tiempos en nuestro país.
CINE, TEATRO, TELEVISIÓN
Nacido en Bormujos, Sevilla en 1942, Juan Diego inició sus actividades en el T.E.U. de Filosofía de Sevilla con «Esperando a Godoy» en 1960. Sus dos primeras películas «El demonio de los celos» (Ettoro Scola, 1970), y «La criatura» (Eloy de la Iglesia, 1977), le abrieron camino en el celuloide, donde en 1984 consolidó su carrera gracias al papel de señorito de «Los santos inocentes» de Mario Camus. En 1986 participó en «El viaje a ninguna parte», la crónica de Fernando Fernán Gómez sobre el mundo en decadencia de los antiguos cómicos. Ese mismo año encarna a Francisco Franco en «Dragón Rapide», uno de los papeles más importantes de toda su carrera. Tras trabajar con Carlos Saura en «La noche oscura» (1989), recoge su primer Goya gracias a su papel de intrigante capuchino de «El Rey pasmado» (Imanol Uribe,1991).
Durante la década de los noventa se centra en su carrera teatral, protagonizando entre otras, «El lector por horas» (1999), donde comparte escenario con Clara Sanchis. Juan Diego gana su segundo Goya gracias a la oportunidad que le ofrece Luis García Berlanga con «París Tombuctú» (1999), premio que recogió Berlanga en su nombre agradeciéndole ser «el único actor que tuvo las pelotas de salir en pelotas”.
Después de trabajar con José Luis Garci en «You are the one» (2000), y con Miguel Hermoso en «Fugitivas» (2000), llegó uno de los papeles más importantes que ha hecho en televisión, «Padre Coraje» (2003). Dirigido por Benito Zambrano, basado en hechos reales, su argumento cuenta la historia de un asesinato cometido en una gasolinera de Jerez de la Frontera y los esfuerzos de la familia de la víctima para que se haga justicia. Este papel le valió el Premio de la Unión de Actores.
En el año 2003 trabaja junto con Pablo Berger en su ópera prima «Torremolinos 73» (2003), que se llevó cuatro premios en el Festival de Málaga. Vuelve a trabajar ese mismo año con Carlos Saura en «El 7º día» (2004), y con Manuel Gutiérrez Aragón en «La vida que te espera» (2004). Su personaje de Don Lorenzo en la exitosa serie de televisión «Los hombres de Paco», que se emite actualmente, le ha valido convertirse en uno de los personajes más queridos en el mundo de la televisión, medio en el que se mueve como pez en el agua gracias a su gran trayectoria en los famosos Estudio 1 de TVE, en las series «Historias de la puta mili» (Manuel Esteban, 1994) o en «Segunda enseñanza» (Pedro Masó, 1986), entre otras.
Junto con Ángela Molina comparte protagonismo en «El triunfo» (Mireia Ros, 2006), y protagoniza «Vete de mí» (Víctor García León, 2006), película que le trajo de nuevo multitud de galardones. En 2008 protagoniza la película de Max Lemcke «Casual Day», que le vale el Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos como actor protagonista.