«House of Blood and Honey», debut como directora de la señora de Brad Pitt, abrirán la Sección Berlinale Especial

Saltarán chispas y no de fuegos artificiales. El chico malo del cine y la música quizá se sienta inseguro ante la belleza de Brad Pitt y su bastón, coincidirán en la Berlinale. El certamén se abrirá el próximo 9 de febrero con la première mundial de la película «Les adieux à la reine», dirigida por Benoît Jacquot, un drama de época francés que cuenta con una participación minoritaria española a través de Morena Films.

Ante el regocijo anticipado de los adictos a este certamen, en la alfombra roja de la Berlinale coincidá la ex pareja formada por Angelina Jolie y Billy Bob Thorton. En el certamen saldrán a la caza del oso cineastas del calibre de los hermanos Taviani («Cesare deve morire», «César debe morir»), Thornton («Jayne Mansfield’s car», con el mismo, Robert Duvall, John Hurt y Kevin Bacon), Christian Petzold («Barbara»), Benedek Fliegau («Csak a szèl»), el alemán Hans-Christian Schmid («Was bleibt», es decir «A casa para el fin de semana»), Matthias Glasner («Gnade», es decir, «Perdón»), Miguel Gomes («Tabu»), Alain Gomis («Aujourd’hui» / «Hoy»), Ursula Meier («L’enfant d’en haut» y el griego Spiros Stathoulopoulos («¿De dónde habrá sacado el dinero?»). Además, representando al cine español, la nueva película de Antonio Chavarrías, «Dictado», un thriller psicológico protagonizado por Juan Diego Botto, Bárbara Lennie, la debutante Mágica Peréz, Nora Navas y Àgata Roca. En la competición, todos los títulos son estrenos mundiales.

Y en la sección Berlinale Special, el 9 de febrero en la gala de apertura, Jolie y su film en su estreno alemán. En un nuevo cine asociado al Festival -el Haus der Berliner Festspiele- la pluscuamperfecta Jolie presentará su debut directorial, el drama bélico «House of Blood and Honey», que ha sido estrenada en Estados Unidos con críticas tibias, pero ensalzando su valor.

La presencia española se completa con «La chispa de la vida», de Álex de la Iglesia (Sección Especial fuera de concurso), y «Wilaya», dirigida por Pedro Pérez Rosado y rodada en un campo de refugiados saharauis, en la sección Panorama. Los filmes nacionales siempre han recabado buenas críticas y premios. El más inolvidable, el Oso de Plata para la añorada Pilar Miró. Y es que las mejores, con Gary Cooper, se van prematuramente al cielo. El cielo sobre Berlín con los ángeles vigilando.