Concha Velasco, Gerardo Vera y Ernesto Caballero hacen una «Reina Juana” excepcional
«Reina Juana”, que se representa en el teatro de la Abadía de Madrid, reúne a tres grandes de la escena española: Concha Velasco -actriz-, Gerardo Vera -director-, y Ernesto Caballero -autor-. El resultado ha sido colosal, estremecedor, hasta lograr algo que escasísimas veces se alcanza en el teatro o en cualquier manifestación artística: La excelencia.
«Reina Juana” es un espectáculo sublime porque, además, sobre esos tres profesionales portentosos que lo han creado flota, grandioso, el espíritu de Williams Shakespeare.
El espectador respira, vive y siente la peripecia de Juana de Castilla en su última noche de vida, cuando ella, que nunca fue mujer próxima a la Iglesia, acepta confesarse, y recuerda su vida, en un espacio escénico sencillo pero inquietante. Representa su celda, con una cama y un reclinatorio, pero la escenografía -y es algo que no se ha dicho- se ha construido por indicación expresa de Gerardo Vera con maderas podridas de ataúdes. Así se refleja de manera sensacional una de las ideas fundamentales del director acerca del montaje: Los Reyes Católicos estaban podridos. O una reflexión que reiteradamente formula Juana de Castilla: «El poder es tributo del Maligno: Pudre”.
«Reina Juana” es, sobretodo, un derroche estratosférico de talento. Concha Velasco impresiona: Por su naturalidad, por su manera resignada de expresar la tragedia. Y por su impresionante derroche físico en un monólogo de 90 minutos que no concede un respiro e incluso en algunos momentos obliga a la actriz a algún ejercicio corporal agotador. Concha Velasco irrumpió hace tiempo en el Olimpo. Mamá, quiero ser artista. Lo conseguiste.
Gerardo Vera comenzó muy joven en el teatro independiente. Perteneció a Tábano y fundó El Buho-Copañía de Teatro. Vera irrumpió en el teatro pero ha tenido también una vida muy teatral. En esta ocasión ha sabido leer magníficamente la impronta de Shakespeare existente en la obra. Le ha dado el tono, la pausa: La poesía. Y no muy lejos del Abadía, en el Maravillas, se representa por tercera temporada consecutiva «El crédito”, una comedia que Gerardo Vera ha dirigido llena de frases dichas a toda velocidad, sin sosiego, aunque con el fondo sereno y amable de la película «El apartamento”. Se trata, pues, de dos montajes muy distintos con un fondo común: El talento. Y Ernesto Caballero ha elaborado un texto extraordinario en el que predomina una idea: Juana de Castilla, la mal llamada Juana la Loca, significa el salto del Medievo a la Edad Moderna.
Al final de la función de la noche en la que estuvimos en El Abadía parte del público abandonó su butaca para estrechar la mano de Concha Velasco en medio de una ovación interminable. No te quieres enterar, que te queremos de verdad.