El director del Festival de sitges imputado por haber proyectado «A Serbian Film» que un fiscal de Barcelona tilda de pornográfica

La Asociación Catalana de Críticos y Escritores Cinematográficos se manifiesta contra la imputación por un fiscal de Barcelona a Ángel Sala, director del Festival de Cine Fantástico de Sitges, por haber proyectado la película «A Serbian Film». La película, exhibida en diferentes festivales de todo el mundo sin ningún problema, se proyectó el pasado octubre en el de sitges en sesión de medianoche y con la entrada restringida a mayores de 18 años.

El comunicado difundido por la ACCEC dice:
Con ocasión del lamentable asunto en torno a la exhibición de «A Serbian Film» en la última edición del Sitges Film Festival y la imputación de su director, Ángel Sala, miembro de nuestra asociación, la ACCEC (Associació Catalana de Crítics i Escriptors Cinematogràfics) quiere manifestar lo siguiente:
1.Ante todo, la ACCEC se suma a todas las declaraciones realizadas por diferentes organismos, instituciones, asociaciones y demás colectivos en defensa de la libertad de expresión y de circulación de las manifestaciones artísticas, que en todo caso sólo deben implicar responsablemente a aquéllos que sean sus artífices, más allá de su propia valía artística.

2.Los responsables de los circuitos por los que circulan las obras fílmicas no deben ejercer una labor censora, pues esa acción no será nunca de su incumbencia y además puede repercutir en el peligro de la autocensura. En todo caso deben actuar de forma responsable en cuanto a la información sobre las características de las obras exhibidas y las condiciones idóneas para su recepción, sin más límites que, por ejemplo, aquéllos habituales establecidos en relación a la edad de los hipotéticos espectadores, tal como ocurriera en este caso.

3.Desde la firme y obvia defensa de la libertad de crítica, que nos incumbe especialmente, debemos reiterar la fundamental diferencia entre la valoración crítica de un film, sea en el plano estético-artístico, ideológico o ético, y supuestas consideraciones jurídicas. La crítica estética se funda en unos criterios de gusto, siempre opinables y discutibles, pero que no pueden ni deben tener su traslación al ámbito judicial.

4.La confusión entre las imágenes fílmicas y la realidad sólo puede entenderse desde un sorprendente desconocimiento del funcionamiento de las ficciones. Transferir el repudio sobre lo representado en el film a la existencia –y difusión- de la obra implica un abuso interpretativo. La representación de hechos reprobables no hace reprobable al vehículo fílmico que los evoca, dado que aquéllos se dan en el plano de la ficción y por tanto en sí mismos no pueden causar ningún dolor.

5.La representación de conductas delictivas en los films se remonta a toda la historia del cine y el hecho de que se aborden con mayor o menor realismo y/o sensacionalismo puede afectar al buen o mal gusto, pero incluso este último no puede ser objeto de persecución y condena penal.

6.Las características específicas de género de terror, de acrisolada tradición literaria y cinematográfica, pueden exacerbar los aspectos más truculentos del relato y de la puesta en escena, dado que una de las razones de su eficacia radica en el impacto sobre la sensibilidad del espectador. De ahí que pueda ser recomendable que ese espectador esté advertido sobre los rasgos del espectáculo al que asiste, pero en todo caso corresponde a su libre albedrío la decisión de contemplar o no esos films y no a otras instancias privadas o públicas que se arroguen la tutela de los espectadores mayores de edad.

7.En el caso concreto de A Serbian Film consideramos que su exhibición bajo ciertas restricciones en un certamen cinematográfico español no debe verse más condicionada que en otros festivales internacionales donde se ha mostrado y donde ha recibido diversos premios. Si se alegan cuestiones que van más allá del gusto y se pretende entrar en una dimensión afecta a la moral en general, no caben las diferenciaciones entre países, salvo que pensemos que España sigue siendo diferente.

8.En cuanto la ACCEC forma parte de FIPRESCI (Féderation Internationale de la Presse Cinématographique) debemos matizar la inexistencia de un «Festival FIPRESCI” en Serbia, tal como se ha difundido repetidamente en numerosas informaciones sobre este asunto. En todo caso cabe reseñar que A Serbian Film (Srpski film) obtuvo el premio FIPRESCI al mejor guión en el 34th Film Screenplay Festival realizado en Vrnjacka Banja, además del primer premio del propio festival.

Por todo ello no podemos dejar de solidarizarnos y apoyar a Ángel Sala en su reconocido trabajo al frente del Sitges Film Festival-Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya en estos momentos en que se ve sujeto a una sorprendente y desmedida imputación judicial.
En Barcelona, a 11 de marzo de 2011
José Enrique Monterde

(Presidente ACCEC)