«Redecoración”, estrenada en el Alfil de Madrid, es una comedia con gracia y con fondo
«Redecoración” es una comedia con gracia y con fondo. Está inspirada en un texto de Václav Havel, el gran autor teatral que fue presidente de Checoslovaquia. La dramaturgia realizada sobre la obra original ha sido importante, pero queda un humor inteligente y una atmósfera de compromiso social y, en menor grado, político. La noche del estreno, en el teatro Alfil de Madrid, constituyó un éxito rotundo.
«Redecoración” se ha intentado reconducir en la puesta en escena hacia una comedia de situación, con cierto y lejano perfume de obra de Miguel Mihura, pero su significado es radicalmente distinto. En «Redecoración” está, sin citarlo, el 15-M, y de manera explícita las ONG, la lucha por cambiar la vida que lleva a cabo Vero –acertadamente interpretada por Virginia Jabón- que, casi al final, pronuncia una frase de Gandhi: «Nosotros tenemos que ser el cambio que queremos en el mundo”.
Vero visita a su hermana gemela, Chus, y a su marido, Félix, dos cursis de primer orden que han redecorado de una manera espantosa su casa. Félix y Chus presumen de su éxito profesional y económico, aunque dejan en la conversación resquicios importantes que permiten entrever el vacío de sus vidas. Han apostado por una existencia tradicional y ordenada. Aunque se vislumbra la falta de emociones. Esto se observa incluso en el momento de subir al ascensor, cuando a veces coinciden con una hermosa vecina de 20 años: «Ella tiene pechos, nosotros, dinero”, dicen. A lo largo de la velada, que se hace insufrible para Vero, tratarán de convencerla de que compre un piso y deje su actual vida de arrendataria, de que contraiga matrimonio con su pareja, de que tenga hijos, y de que busque un trabajo estable, de funcionaria, por ejemplo, y abandone su actual ocupación en una ONG, que la mantiene en una actividad permanente y le proporciona escasos ingresos.
La obra tiene unos diálogos ingeniosos, madera de buen teatro y una interpretación acertadísima. Lidia Navarro es una actriz con la que gusta reencontrarse. Hace unos meses la vimos en el Nuevo Apolo en «Hijos de un dios menor”, de Yasmina Reza. Está colosal en «Redecoración” en su papel de hortera sin fronteras: baila, gesticula y lanza unas risitas demoledoramente cursis. Jesús Asensi cumple bien en su papel de Félix. Todo se desarrolla en la noche en la que España ganó la Eurocopa de 2012 a Italia. Pero el televisor se rompe. También rompen los actores la cuarta pared. Una comedia muy considerable, decíamos.