EL CERTAMEN OSCENSE HOMENAJEA A DOS DE LOS REALIZADORES EUROPEOS MÁS RELEVANTES DEL ÚLTIMO SIGLO QUE ESTARÁN PRESENTES PARA RECIBIR LOS GALARDONES

El Festival Internacional de Cine de Huesca celebra su 45º aniversario con un doble Premio «Luis Buñuel”. El próximo 14 de junio Costantin Costa-Gavras y Álex de la Iglesia recibirán en la capital altoaragonesa sendos reconocimientos a toda su trayectoria en una ceremonia que rendirá tributo a sus extensas filmografías.

El director franco-griego, ganador de un premio Oscar por «Desaparecido», es considerado como un icono del cine de denuncia social y política con títulos tan destacados como «Z», «Amen» o «Estado de sitio». Por su parte, Álex de la Iglesia, ha marcado la historia reciente del cine español y es uno de sus mayores exponentes a nivel internacional con películas como «El día de la bestia», «La comunidad» o «Las brujas de Zugarramurdi». Para el certamen altoaragonés «contar con dos de los nombres más importantes de la historia del séptimo arte, ambos provenientes del mundo del cortometraje, es un acontecimiento único”, afirma Azucena Garanto, directora del festival, que con este anuncio pone en relieve una vez más su peso e historia dentro de la industria.

El directo franco-griego, Konstantinos Gavras, conocido como Costa-Gavras, y el realizador español Álex de la Iglesia serán los Premio «Luis Buñuel” de la próxima edición el Festival Internacional de Cine de Huesca. La cita oscense celebra su 45ª edición con estos dos homenajes que buscan reflejar su doble vocación nacional e internacional, potenciando a su vez el cortometraje como esencia del mismo. «Contar con dos de los nombres más importantes de la historia del séptimo arte, ambos provenientes del mundo del cortometraje, es un acontecimiento único que muestra una vez más el peso y la historia del festival”, declara Azucena Garanto, directora del certamen.

Ambos realizadores se han erigido como grandes referentes del cine mundial con un lenguaje y una forma de expresión muy personal que han conseguido plasmar en la pantalla y transmitir al espectador. La obra de Costa-Gavras está marcada por el cine de denuncia social y política; las desapariciones durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile en «Desaparecido», la complicidad entre la CIA y la dictadura cívico-militar en Uruguay entre el 73 y el 85, en «Estado de sitio»; o las torturas del estalinismo en «La confesión», son algunos ejemplos. Por su parte, Álex de la Iglesia es uno de los nombres más internacionales del cine español, cuenta con un lenguaje visual potente y barroco, donde la cultura popular, el esperpento y la parodia le han permitido crear un imaginario totalmente propio; muestra clara de ello son títulos icónicos como «El día de la bestia», «La comunidad» o «Las brujas de Zugarramurdi».

El próximo 14 de junio será la fecha en la que se hagan entrega los dos galardones a estos cineastas cuyas filmografías acaparan innumerables premios y reconocimientos de los principales festivales y galardones a nivel mundial. Costa-Gavras, actual presidente de la Cinemateca francesa acumula más de medio centenar de premios internacionales entre los que destaca el Premio Oscar al mejor guión adaptado, un premio BAFTA, el Oso de Oro del Festival de Berlín, la Palma de Oro y el premio al mejor director del Festival de Cannes, un Premio Cesar por su trabajo como guionista o la Orden de las Artes y las Letras de España. De la Iglesia cuenta en su haber un premio Goya, el León de Plata a la mejor dirección del Festival de Venecia, dos Fotogramas de plata y varias nominaciones a los Premios del Cine Europeo, además también fue Presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España desde junio de 2009 hasta febrero de 2011.

Los nombres de Costa-Gavras y Álex de la Iglesia se unen así a un largo listado de premiados donde se encuentran iconos como José Luis Borau, Stephen Frears, Bertrand Tavernier, Carlos Saura, Aki Kaurismaki, los hermanos Vittorio y Apolo Taviani, Ángela Molina o el pasado año Jean Claude Carrière, doble premio Oscar y guionista del propio Buñuel que a su vez ha trabajado con el propio Gavras. Álex de la Iglesia también tiene una relación directa con el maestro de Calanda ya que en su último trabajo, «El bar», rinde tributo a «El ángel exterminador».

Konstantinos Gavras (Loutra-Iraias -Grecia-, 1933) se traslada a París a comienzo de la década de los cincuenta. Tras abandonar sus estudios de Literatura en la Sorbona, Gavras se matricula en cine en Institut Des Hautes Etudes Cinématographiques. Su debut cinematográfico será en 1958, cuando rueda su primer cortometraje «Les rates», al mismo tiempo comienza a realizar diferentes trabajos como ayudante de dirección para René Clair, René Clement, Henri Verneuil, Jacques Demy, Marcel Ophüls, Jean Giono o Jean Becker.

Su primer largometraje es «Los raíles del crimen» (1965), película basada en la novela de Sebastien Japrisot y de la que también firmaría el guión. Para ella cuenta con Yves Montand como actor protagonista, uno de sus actores predilectos en su posterior filmografía. El éxito en Francia y en Estados Unidos, y los contactos realizados durante el rodaje, concretamente con Jacques Perrin, le sirvieron para sacar adelante sus siguientes proyectos.

A finales de los sesenta rueda «Z», un trabajo basado en la novela política del escritor, periodista y diplomático griego Vasilis Vasiliscós, en la que se reconstruyen los hechos que rodearon el asesinato de Grigoris Lambrakis, político griego asesinado por la organización parapolicial del estado en 1963. El guión lo escribiría Gavras junto al español Jorge Semprún, coetáneo del cineasta que residía en París desde 1941 quien trabajaría también en el guión de «El juramento de los bárbaros», proyecto de Gavras basado en la novela del argelino Boualem Sansai que finalmente no se llevó a cabo.

«Z» le valdría al director franco-griego el Oscar a Mejor película de habla no inglesa y Mejor montaje, el Globo de Oro a Mejor película extranjera, el Premio del Jurado y a Mejor actor del Festival de Cannes, además de varias nominaciones a los Premios BAFTA, consiguiendo el de Mejor música, entre otros. Ya en los setenta rueda La Confesión y Estado de sitio, con las que Costa-Gavras se consagrará como cineasta comprometido y dota a sus películas de una conciencia no sólo social sino también política; ambas cintas obtienen el respaldo unánime de la crítica y optan al Globo de Oro a mejor película extranjera.

En la década de los 80, Costa-Gavras se adentraría finalmente en la industria hollywoodiense con «Desaparecido», protagonizada por Jack Lemmon y Sissy Spacek. El estreno en Estados Unidos generaría una gran polémica y se le tacharía de comunista, pero la crítica recibió el trabajo con un rotundo aplauso, tal es así que se haría con la Palma de Oro del Festival de Cannes y el Premios Oscar al mejor guión adaptado entre muchos otros premios. En este periodo, sería nombrado por primera vez presidente de la Cinemateca francesa, cargo que ocupa de nuevo en la actualidad.

Entre el resto de su filmografía destaca, «Clair de femme» con Romy Schneider e Yves Montand, «Hanna K» con Jill Clayburgh y Jean Yanne, «Consejo de familia» con Fanny Ardant y Remi Martin, «El sendero de la traición» con Debra Winger y Tom Berenger, o «La caja de música» con Jessica Lange y Armin Mueller-Stahl. Su último trabajo detrás de las cámaras sería en «El Capital», un film que explora un tema tan actual como la inestabilidad y la corrupción del sistema financiero y que compitió por la Concha de Oro del Festival de San Sebastián.

Álex de la Iglesia (Bilbao, 1965) se licencia en Filosofía en la Universidad de Deusto. Aficionado a los comics, comienza en la adolescencia a dibujar historietas para fanzines. Sus inicios en el medio cinematográfico están unidos a las figuras de Pablo Berger y a la de Enrique Urbizu, con quienes trabajaría como director artístico en el cortometraje del primero, «Mamá», y en la película «Todo por la pasta», del segundo.

Su primer cortometraje fue «Mirindas asesinas», un film con el que el director bilbaíno buscaba poner de relieve el desinterés de algunas personas por lo que pasa a su alrededor. El trabajo llamó la atención de Pedro Almodóvar, quien a través de su productora El Deseo, participó en su primera película «Acción Mutante», ganadora de tres Premios Goya.

Sería con su segundo filme, «El día de la bestia» (1995), con el que Álex de la Iglesia se consagraría como uno de los directores más relevantes del cine español contemporáneo, consiguiendo un total de seis Goya entre los que se encontraban el de mejor director español del año y el de mejor actor revelación, para Santiago Segura, quien se dio a conocer como intérprete con este filme. Con esta película Álex de la Iglesia recuperaría a Terele Pávez, que se ha convertido en una de sus actrices habituales en producciones posteriores, y obtendría un gran éxito en taquilla, siendo una de las cintas más vistas de la temporada.

Desde ese momento su filmografía no hizo sino consolidar su posición con títulos como «Perdita Durango», «Muertos de risa», «La comunidad» y «800 balas». Después llegarían «Crimen ferpecto» y «Los crímenes de Oxford», con Elijah Wood, Leonor Watling y John Hurt.

En la última década, De la Iglesia ha seguido acumulando premios y éxitos de taquilla como «Balada triste de trompeta» que ganó el León de Plata a la Mejor Dirección y el Premio al Mejor Guión en el Festival Internacional de Cine de Venecia; o «Las brujas de Zugarramurdi» que se convirtió en uno de los títulos españoles más vistos del año. En 2010 recibió el Premio Nacional de Cinematografía y entre 2009 y 2011 fue presidente de la Academia de la Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Su último trabajo, «El Bar», cuenta con un gran reparto coral que reúne a varias generaciones del cine español; se presentó en la Berlinale y fue la encargada de abrir la última edición del Festival de Cine de Málaga para después en su estreno comercial encaramarse a los puestos más altos en taquilla, sólo por detrás del fenómeno mundial «La Bella y la Bestia».

Con un perfil multidisciplinar que le ha llevado a dirigir sketches para televisión, series o a escribir la novela «Payasos en la lavadora» o más recientemente «Recuérdame que te odie»; De la Iglesia cuenta con la sátira, el humor negro y la ciencia-ficción como sus rasgos más identitarios, junto con el relato de la cotidianeidad más característica de la sociedad española. Además, en sus películas Álex de la Iglesia recurre a un elenco de actrices y actores fetiche, como la ya nombrada Terele Pávez, Carmen Maura, el mismo Segura, Manuel Tallafé, Antonio de la Torre o el fallecido Álex Angulo.