Kike Maillo ha estrenado mundialmente en el Festival de Sitges su tercer largometraje, «Cosmética del enemigo». El director de «Eva» (2011) y «Toro» (2016) adapta la novela homónima de Amélie Nothomb, una película coproducida entre España, Alemania y Francia, rodada originalmente en inglés, con protagonismo de Tomasz Kot, Athena Strates y Marta Nieto.

Se trata de un thriller psicológico sustentado sobre todo en los duelos dialécticos, de una puesta en escena impecable, que habla de la obsesión, el amor, la venganza o la muerte narrada con enorme habilidad sin que los diálogos supongan ningún lastre: El personaje protagonista, Jeremiasz Angust es un arquitecto de éxito que tras dar una conferencia en París y dirigirse al aeropuerto para regresar a su casa, es abordado por una misteriosa joven que también debe coger un avión. Ambos pierden el vuelo y en la espera en el aeropuerto -del que el propio protagonista fue el arquitecto que lo diseñó-, inician una conversación que irá enrareciéndose hasta convertirse en algo siniestro y criminal, en donde ambos tienen mucho que ocultar.

«Esta es una película que habla de los fantasmas del pasado», cuenta Kike Maillo, que ha efectuado algunos cambios con respecto a la novela original, como convertir al personaje que aborda al protagonista, en el texto un hombre, en mujer en la película: «Mientras escribía las primeras versiones del guion, noté que algo me chirriaba. No me veía basando toda la película en dos caracteres masculinos. Y no me interesaba tanto tratar la historia del doble, más presente en el libro, como la de los fantasmas del pasado. Me emocionada el duelo retórico de dos personajes opuestos. Ha sido la primera vez que me acercaba a un material prestado y me sentía más cómodo si el personaje que entra en la vida de Jeremiasz Angust era femenino». Maillo estaba preparado para aceptar que a la autora del libro no le gustase el cambio: «Incluso estaba dispuesto a usar un título diferente al de la novela, pero a Amélie le gusto el guion y después cuando ha visto la película, también le ha gustado mucho».

La película tiene una escena de 25 minutos de diálogo, que a Maillo le gustó «mucho como la han resulto los actores». En este sentido la protagonista Athena Strates desvela: «Hay escenas en las que pude improvisar mucho, pero otras estábamos muy guiados». Para el polaco Tomasz Kot «uno de los aspectos que más agradezco es que, dado que no se rodaba en mi idioma materno, tras la filmación principar, pudiésemos retornar para cambiar y mejorar algunos diálogos». El director señala que «esta es una película pequeña y el poder haber contado con Tomasz Kot, habituado a superproducciones del estilo James Bond, ha sido porque él también quería tener la oportunidad de probar algo diferente».

Gran parte de la película, que tiene numerosos flash back, se desarrolla en la sala de embarque de un aeropuerto parisino: «La película va también de lo que se esconde, de lo que hay debajo. El aeropuerto, construido por el protagonista, funciona como extensión de lo que es él mismo. Hay también un agente externo, que es una ciudad de París muy lluviosa, opresiva y amenazante. Por contra, el aeropuerto tenía que ser un lugar cálido», desvela Kike Maillo.

(Publicado en La Butaca de las webs de los diarios regionales de Vocento)