“Comedias mitológicas”, de Calderón de la Barca, en versión de Ernesto Caballero, es una joya, un espectáculo ágil y poético, en todo caso exquisito, que reivindica cómo los distintos y múltiples elementos que conforman la representación teatral pueden tratarse sutilmente desde la sencillez. Se trata de una obra coproducida por la Fundación Juan March y el Festival Veranos de la Villa del Ayuntamiento de Madrid, que se ha estrenado en el Auditorio de esa fundación y se prevé que realice una gira por España.

Estamos, pues, ante una perla, que aúna los componentes del teatro de última generación: palabra, interpretación, música, canciones, baile, y una excelente escenografía. Todo ello puesto a disposición del hecho teatral y de un contexto poético. “Comedias mitológicas” funciona como la seda. La pieza presenta el recorrido de un grupo de actores a lo largo de un espacio en el que cuelgan diversos lienzos de temática mitológica. Esos actores se transforman y acompañarán a Narciso, Hércules, Apolo y Ulises a través de las aventuras de esos mitos. Narciso se aproxima al estanque y exclama: “El agua, instrumento es de los tristes”. Y se enamora del reflejo de la chica en el agua en lugar de la chica real, que está detrás. “El verdadero amor consiste en alejarse de sí mismo”, dirá. Y en el pasaje de Hércules, poderoso en la lucha contra las fieras, alguien afirma: “El amor afemina a las bestias”. En el espectáculo hay una decidida reivindicación «arcoiris».

Los jóvenes actores dicen el verso con fluidez y, además, cantan y bailan. Porque la función es un hermoso poema/thriller que no concede respiro. El reparto cuenta con Carmen Conesa, aquella chica de hoy en día, que toca el piano, interpreta, canta con virtuosismo, y baila con furia, como ha hecho en otras funciones, una de ellas la estremecedora “Entre mujeres”. El resto del elenco lo integran Karina Garantivá, Estíbaliz Racionero, Felipe Ansola y Germán Torres. Y Ernesto Caballero dirige todo con pulso inspirado. Hay aficionados al teatro que echan de menos el habitual encuentro con sus trabajos de dirección que se dio en los años que ha estado al frente del Centro Dramático Nacional (CDN), una época brillante para esa institución, en la que Caballero unió el CDN del pasado y el del presente.

Y esta obra, “Comedias mitológicas”, también es clásica y moderna. Como se lee a la entrada de una exposición en la Fundación Juan March: “Buenos son estos divertimentos para soportar tantas adversidades”. Porque el teatro también es para el verano.

(Publicado en Andalucía Información)