«Largo viaje del día hacia la noche» en gira por España tras su éxito en Madrid

«Largo viaje del día hacia la noche», de Eugene O´Neill, se estrenó en Estocolmo en febrero de 1956. Este invierno se ha repuesto en Madrid, en el teatro Marquina, donde ha constituido uno de los mayores éxitos teatrales de la temporada, y en estos momentos se halla de gira por varias ciudades de España. Ha pasado por Sevilla y este sabado 17 se despidió de Las Palmas de Gran Canaria. En marzo llegará al Arriaga de Bilbao.

Mario Gas y Vicky Peña son los protagonistas de este montaje sensacional. Se ha escrito que la fuerza de esta obra viene de las tripas de Eugene O´Neill. Mario Gas la define como «una tragedia moderna”. La acción transcurre en un día de agosto de 1912 en la casa de los Tyrone. Los odios, la frustración y los demonios familiares se desatan ese día entre el matrimonio y sus dos hijos, Jamie y Edmund, enfermo de tuberculosis. La acción de la obra, diseñada por la extraordinaria dirección de Juan José Afonso, transcurre en una atmósfera asfixiante: de odio, de recelos, pero también de amor. De un amor herido, que sangra por todas partes. Mary Cavan Tyrone (Vicky Peña) era una joven de clase alta que quedó prendada de James, un actor de éxito, «guapo y famoso”. Pero con el paso del tiempo, con los desengaños, comprendió que quizás hubiese sido más feliz en el internado, hasta encontrar otra vida. En la escena final, drogada de morfina, como todas las noches, Mary dice: «Luego, en primavera me pasó algo. Ah, sí, ya me acuerdo. Me enamoré de James Tyrone y fui feliz durante un tiempo”.

James (Mario Gas) es un actor famoso y rico, pero no el intérprete que él hubiera querido ser. Dio con una obra comercial y fácil que le proporcionó popularidad y mucho dinero. Pero nunca más interpretó a Shakespeare, al que admira. Sólo una vez, antes de la fama, encarnó a Julio César, y abrazado a su hijo menor, muy borracho, en una escena estremecedora, declama una de las frases de aquella obra de Shakespeare: «La culpa, querido Bruto, no está en las estrellas, sino en nosotros mismos”.

«Largo viaje del día hacia la noche» es una obra estremecedora, colosal, sobre unos personajes que se han convertido en aquello que no quisieron ser, aunque, como dice Mary Cavan Tirone en un momento de la función: «Nadie puede evitar lo que te hace la vida”. Una obra sublime.