Un sensacional musical sobre Don Juan se estrena en Madrid con 24 actores en escena

Lo más llamativo del «Don Juan” que el pasado domingo se estrenó en el teatro Luz Philips Gran Vía de Madrid es que no se trata de un musical inspirado en el Tenorio, pieza que José Zorrilla escribió en 1844, sino que es la obra inmensa, extraordinaria e incomparable, considerada como un producto romántico y genial, de José Zorrilla, a la que se ha puesto música. El resultado es sublime.

El verbo de José Zorrilla llega nítido al espectador, a ritmo de blues, rock, rap o música clásica, según lo requiera la escena. Y la atmósfera de la obra en las tabernas con olor a vinazo, a muslos sudorosos de mujer, o a espada manchada de sangre, o bien en el cementerio gélido y traspasado por la venganza de los muertos, flota permanentemente en este espectáculo. La atmósfera del Don Juan está ahí. Este musical es un espectáculo barroco, pero no olvidemos que el mito de Don Juan se produce en el seno de la cultura del barroco, cuyas virtudes formales y expresivas dieron cuerpo a nuestro mejor teatro.

Este Don Juan ha sido una apuesta arriesgadísima de los productores. La idea final consiste en crear una franquicia mundial que tenga su origen en Madrid, emulando, por ejemplo, el éxito de «Los Miserables” en París. Antonio Calvo empezó a componer la música hace 25 años, según explicó él mismo, sobre el escenario, antes del inicio de la función. El casting de los actores se ha llevado a cabo durante meses. El resultado ha sido colosal. Hay 24 actores y todos ellos se emplearon la noche del estreno a la manera en la que se subtitula este musical: «A sangre y fuego».

Estíbaliz Martyn, que viene del mundo de la zarzuela y la ópera, compone una Doña Inés hacia dentro, tal y como han sido las mejores interpretaciones de este personaje, y tiene, al cantar, una voz dulce y poderorísisima a la vez. El actor argentino Mario Peretti interpreta un Don Juan también al estilo tradicional, chulesco, canalla y desafiante en las tabernas o en las calles oscuras, donde no hay espada o mujer que se le resista, y terriblemente angustiado ante el desafío de los muertos o de la propia muerte. Mario Peretti actúa mejor que canta, pero cuaja una gran composición del personaje.

Lo mejor que puede decirse del espectacular decorado es que trata de ser útil a los actores, no un adorno más del espectáculo. Y hay que celebrar que en la cartelera madrileña haya irrumpido un «Don Juan” con objetivos tan elevados. Los críticos han debatido muchas veces sobre cuál es la mejor obra del teatro español de todos los tiempos. Y se quedan con tres: «La vida es sueño”, «Don Juan Tenorio”, o «Luces de Bohemia”. «Don Juan”, en definitiva, es una obra visionaria en la que se unen las tres mayúsculas que Shakespeare reclamaba para las obras teatrales con aspiración de inmortalidad: El Amor, Dios, y La Muerte. De Don Juan se han realizado múltiples interpretaciones. Este musical es una aventura estratosférica.