La película desempolva el misterio en torno a la desaparición en la Valencia de la Guerra Civil de José Robles
Sonia Tercero ha presentado en el Festival Internacional de Cine de Valencia Cinema Jove, «Robles, duelo al sol», su debut en el largometraje, un documental que desempolva el misterio en torno a la desaparición en la Valencia de la Guerra Civil de José Robles, gran amigo del escritor John Dos Passos, y que supuso la ruptura de éste con sus convicciones comunistas y su amistad con Ernest Hemingway.
El filme muestra como John Dos Passos Coggin viaja a Madrid para reconstruir la investigación que hizo su abuelo, el novelista americano John Dos Passos, sobre la extraña desaparición durante la guerra civil española de su amigo José Robles Pazos, profesor de literatura española en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore.
Tercero ha estado acompañada por el director del Festival, Rafael Maluenda; el periodista y ex director del Festival de Cine Europeo de Sevilla, Javier Martín-Domínguez; y el escritor Ignacio Martínez de Pisón, quien apuntó que Robles «fue un mártir de nadie».
La directora del filme, aseguró que la idea de rodar esta cinta surgió por casualidad, cuando una amiga que acababa de abrir una agencia literaria llamada Dos Passos le contó en una comida la historia de la elección de su nombre y la amistad del escritor con el traductor y profesor de español José Robles, asesinado durante la Guerra Civil española.
El documental trata de arrojar luz sobre la misteriosa muerte de Robles en la Valencia que entonces era capital de la República. Rodar en la capital del Turia supuso serias dificultades para la cineasta, según apuntó, ya que la ciudad apenas conserva restos de la imagen que mostraba durante la contienda. Por eso, la mayoría del rodaje se trasladó a Madrid y a otras localizaciones para entrevistar a familiares de Robles (que nunca antes habían hablado a cámara), de Dos Passos y expertos en la época que se retrata, entre ellos el hispanista Paul Preston.
«Son historias terribles de la guerra civil que tienen que ser rescatadas» argumentó Martínez de Pisón, quien recogió magistralmente este episodio en el libro «Enterrar a los muertos».