LA PELÍCULA INAUGURA EL FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN EL 18 DE SEPTIEMBRE
Además, ha contado con la producción de un cineasta completamente alejado de su cine, el también canadiense Ivan Reitman y su compañía Montecito, y de un reparto de nombres potentes en la industria como Liam Neeson, Julianne Moore y Amanda Seyfried («Mamma Mia!»). Todo ello, significa un punto de partida para el creador de «Ararat» y «Adoration» (todavía inédita en nuestras pantallas). Egoyan ha declarado a The New York Times que como creador, había alcanzado una especie de techo y necesitaba ampliar horizontes. Encontró una alma gemela creativa en Erin Cressida Wilson, autora de guiones ciertamente «perversos» para «Secretary» y «Fur», ésta última una fantasía a partir de la obra fotográfica de Diane Arbus y ambas dirigidas por Steven Shainberg. A Egoyan le atrajo enormemente el guión de «Chloe» como un exámen de las diversas maneras de devolver el erotismo a un matrimonio ahogado en la rutina. Los 20 millones de dólares de su presupuesto -el más alto jamás empleado por Egoyan- atrajeron al reparto de estrellas. Sobre todo de Liam Neeson, por quien se interrumpió el rodaje para que atendiera las exequias de su mujer, la maravillosa actriz británica Natasha Richardson, fallecida tras un aparentemente liviano accidente de esquí en Quebec el pasado mes de marzo, mientras estaba de vacaciones con sus dos hijos. Para sorpresa de todos, el doliente Neeson se reincoporó inmediatamente al plató, encontrando en el trabajo el alivio para su aún hoy enorme dolor. Egoyan estaba precisamente con Leeson cuando éste recibió una llamada de su esposa, Natasha, que le comentó a su marido el accidente y cómo se encontraba bien. Pocas horas después murió en los brazos de su madre, Vanessa Redgrave, quien le cantó una nana mientras la actriz se iba para siempre. Egoyan recuerda como tras dos días, Neeson volvió en avión privado, lejos de miradas ajenas, y canalizó su dolor en la interpretación de David, un profesor inmerso en la búsqueda de un renovado eroticismo en su matrimonio con una doctora, Catherine (Julianne Moore), quien contrata a una prostituta (Amanda Seyfried, la Chloe del título) para compartir su casa y matrimonio. La historia pivota sobre las sospechas de Catherine de la infidelidad de su marido cuando éste pierde un avión de regreso a su idílico hogar y las consiguiente fiesta sorpresa de cumpleaños que le había preparado su mujer. Catherine entonces contrata a una prostituta de lujo para poner a prueba la lealtad de su marido. Es ella la que organiza los encuentros sexuales de ambos y quien exige a Chloe una detalladísima narración de las citas, cada vez más gráficas. Testigo involuntario de la tragedia que se cierne sobre la familia, el hijo adolescente de ambos, Michael. El rol ha caido en manos del actor californiano Max Thieriot, a quien vimos en «El pacificador», «Jumper» y «Nancy Drew», vehículo para la sobrina de Julia Roberts, Emma. Pronto podremos comprobar cómo se defiende con su primer protagonista en el film de terror «25/8», de Wes Craven. El director armenio-canadiense y el actor irlandés recién reconvertido en ciudadano nortamericano habían forjado una gran amistad el pasado año, cuando Egoyan le dirigió en una producción teatral para el Lincoln Center neoyorquino de «Eh Joe», de Samuel Beckett. Egoyan encontró el éxito en Estados Unidos tras «Exotica» y «The Sweet Hereafter» y vivió un año en Los Angeles -«mi año perdido», como lo define- viendo frustrarse muchos proyectos. Fue entonces cuando dirigió la turbulenta «Where The Truth Lies» (no estrenada en nuestros cines), con Kevin Bacon y Colin Firth, pero regresó a Canadá para seguir con sus historias personales de tragedia, análisis de la psicología humana y comportamientos perturbados. Para Egoyan, la tragedia sufrida por Neeson durante el rodaje determinó el aspecto final de la película, que ha sido ya mostrada en proyecciones que han servido de test de reacciones de la audiencia en Los Angeles y Toronto. La película, que será mostrada en el Festival Internacional de la ciudad canadiense y servirá de apertura para el inminente de San Sebastián, sólo ha cosechado reacciones positivas. Para Egoyan, y quizá a su pesar, el film será recordado como aquel durante cuyo rodaje Neeson perdió a Natasha, pero admite: «en realidad, la película cuenta el valioso tesoro que es el matrimonio». Egoyan lleva casado tres lustros largos con la actriz Arsinée Khanjian, musa y habitual de sus filmes, y tiene un hijo, Arshile, de 14 años.