las cenizas del Eyjajfallajokull siembran el desconcierto a 48 horas del comienzo del Festival de Cine por excelencia

Hace años, el cómico Jack Black lo hizo, pero se trataba de un golpe de efecto promocional para una de animación de Disney, «Shark Tale». Es probable que en el carísimo Cannes, los propietarios de barcos y empresas de alquiler hagan su agosto en mayo.

Y eso que diversas marejadas han destruído terrazas en bares y restaurantes de la Croisette con el consiguiente destrozo en vísperas del momento del año de mayor negocio en la zona. Y el Village Internacional del certamen -une serie de tiendas dedicadas a las cinematografías de todo el mundo, incluída la francesa Unifrance y la tienda oficial del Festival- se ha visto seriamente amenazada. Así como los embarcaderos de los hoteles de lujo Majestic, Martínez y Carlton, en primera fila de playa y donde tienen lugar la mayoría de las entrevistas y «junkets» con las estrellas que acuden al Festival de Festivales de la Riviera francesa.

Faltan apenas 48 horas para la gala de apertura del Festival, con Kristin Scott Thomas de maestra de ceremonias y sir Ridley Scott, Russell Crowe y Cate Blanchett en la alfombra roja del Palais para presentar «Robin Hood». Ayer domingo, la nube de ceniza proveniente de Islandia provocó el caos en diversos aeropuertos europeos y el de Niza. Desde Amsterdam, la compañía KLM canceló los dos vuelos con destino en la Costa Azul. Los periodistas televisivos nerlandeses -el caso de René Mioch, creador de los premios de cine Rembrandt- o de prensa -«De Telegraaf», «Volkskrant»- adelantaron sus viajes en dos jornadas para asegurarse un sitio bajo el sol nublado y tormentoso de Cannes.

Russell Crowe está ya en su hotel de lujo a salvo de miradas de curiosos y cazadores de autógrafos, dado que Universal ha adelantado las entrevistas por el ya multipromocionado filme a mañana, antes de la ceremonia de inauguración. Los responsables de proyecciones y entrevistas se mesan los cabellos por la catarata de cancelaciones y retrasos que la nube de cenizas provoca.

Ayer domingo, el aeropuerto de Niza permaneció abierto, pero la mayoría de vuelos no despegaron de sus ciudades de orígen -Londres, Madrid, Barcelona, Edimburgo, Dublín-. Las cenizas pueden provocar paradas en los motores de las aeronaves, propiciando su caída. El elevado número de vuelos cancelados o retrasados puede suponer el que los participantes en el mayor de los festivales de cine del mundo deban alterar sus agendas, para desesperación de periodistas, organizadores, relaciones públicas y fotógrafos. La mayor baza del certamen es que por su alfombra roja desfilan más estrellas que las que hay en el cielo.

Sólo en las primeras 48 horas se celebrará la fiesta de la firma de joyería Chopard, esponsor del festival y celebrando su 150 aniversario con una enorme gala en el Hotel Martínez. Y se espera a Woody Allen, Naomi Watts, Antonio Banderas, Josh Brolin, Sean Penn, Matthieu Amalric y una miríada de estrellas del Olimpo cinematográfico. ¿Llegarán a tiempo?

Lo cierto es que la mayoría de los eventos programados se cumplirán. Otra cosa es que sus participantes-estrellas, productores, profesionales de la industria, distribuidores, exhibidores, esponsors, financieron, gentes de la alta sociedad, lampantes, público y medios de comunicación- consigan llegar a tiempo al Sur de Francia, hasta donde las cenizas han llegado, impulsadas por los caprichosos vientos. En Cannes, las pertinaces lluvias atípicas de este momento del año, han ayudado.

Incluso los vuelos que han conseguido llegar, han tardado más de lo habitual. Un vuelo ayer procedente de Los Angeles, tardó diez horas, tres más de las habituales, mientras los pilotos tomaban vías alternativas para evitar la formidable nube de cenizas. Si estos retrasos continúan, los dolores de cabeza de los organizadores de eventos -en el medidísimo festival en el que la improvisación no es una opción- irán en aumento.

Dado que los participantes llegan de todos los rincones del globo, los festivales de cine son las víctimas propiciatorias de desastres naturales de índole global como es el caso. En 2001, el festival Internacional de Cine de Toronto sufrió directamente las consecuencias del atentado del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas del World Trade Center de nueva York. Aquel año, el de San Sebastián vió como las estrellas norteamericanas -Warren Beatty, dame Julie Andrews- cancelaban sus comparecencias. El pasado año, la gripe porcina producida desde México amenazó a Cannes, pero todo salió como estaba programado.

Este año, el volcán islandés ya se ha cobrado víctimas que han cancelado su asistencia. Sin embargo, Mioch, un perpetuo optimista ha declarado, viendo el lado positivo del potencial desastre: «Al menos, tendremos la oportunidad de caminar holgadamente por la Croisette». Quizá no opinen lo mismo los expertos carteristas que se desplazan hasta Cannes cada mayo. Y es que nunca cae una nube de cenizas al gusto de todos.

La 63 edición del Festival Internacional de Cine de Cannes comienza el próximo miércoles, 12 de mayo.