El director cree que cuanto peor es la historia, más posibilidades tiene de ser financiada

El director australiano Bruce Beresford clausura este sábado la 55 edición del festival de Valladolid con «El Último Bailarín de Mao», película basada en la historia real de Li Cunxin. El muchacho vivirá un auténtico viaje iniciático en pos de la danza.

El director australiano Bruce Beresford se encuentra en Valladolid para presentar «El último bailarín de Mao», película que este sábado clausura la 55 edición de la semana Internacional de cine.
Basada en una historia real, la película cuenta la vida de Li Cunxin, un niño once años que vive en un pequeño pueblo de China y es enviado a Pekín en plena revolución cultural maoísta después de que representantes del Gobierno descubran su talento en la danza. Allí comienza un viaje vital que le llevará a sufrir años de brutal entrenamiento hasta convertirse en uno de los mejores bailarines del mundo, aclamado como un héroe de la China comunista y, más tarde, acusado de traición cuando deserta a Estados Unidos. Ya en Estados Unidos, descubrirá un mundo fascinante y completamente distinto, pero también nuevas dificultades que jamás había imaginado.
Beresford ha asegurado este viernes que cuanto peor y «más tontorrona» sea la historia de una película, más posibilidades tiene de obtener financiación por lo que las que a él más le interesan tienen «difícil» encontrar los presupuestos necesarios para su ejecución.
Bruce Beresford, conocido como director de «Paseando a Miss Daisy», entre otros muchos títulos, ha reconocido que le llegan bastantes guiones pero, cree que cuanto peores son las historias, más posibilidades de financiación tienen. Por eso las películas «tontorronas» o «de acción» tienen más opciones de ser llevadas a cabo que las que a él le interesan, hecho al que se suma, a su juicio, que los productores son reticentes a poner dinero en algunos proyectos como los que él realiza cuando se pueden descargar de manera gratuita a través de Internet.
Nacido en Sidney en 1940, Beresford es uno de los directores australianos más reconocidos. Entre sus primeras producciones australianas destacan «Asalto al furgón blindado» (1978), «The Getting of Wisdom» (1978), «The Club» (1980) y «Al diablo la pubertad» (1981). Ha sido candidato al Oscar al mejor director en 1984 por «Gracias y favores», y al mejor guión adaptado en 1981 por «Consejo de guerra», que participó en el ciclo retrospectivo dedicado al Cine Australiano en la 41 Semana. Su película «Paseando a Miss Daisy» se alzó con cuatro premios de la Academia en 1990, incluido el de Mejor Película.
Beresford ha obtenido tres premios del Australian Film Institute por las películas «Don’s Party» (1978), «Consejo de guerra» (1980) y «Habitantes de la pobreza» (1986), y ha participado en cuatro ocasiones en la Sección Oficial del Festival de Cannes y en otras tantas en el de Berlín. También ha dirigido varias óperas y en 2007 publicó un libro de memorias.