La película es un thriller de misterio con un escritor fantasma encargado de escribir las memorias de un ex premier británico

El prisionero de Gstaad no podrá asistir a la presentación berlinesa de un film cuya atmósfera se relaciona ya con Hitchcock y cuyas excelencias se han empezado a cantar.

«The Ghost Writer» («El escritor fantasma») es un thriller de misterio y crimen que se desarrolla en el epicentro de la colisión de la política internacional y el espionaje, con espaciales atmósferas y reminiscencias de los mejores thrillers paranoicos de los años 70 lanzados desde Hollywood. Mientras lucha desde Gstaad contra su extradición a Estados Unidos desde su arresto domiciliario, se ha sabido que la película se estrenará en el país que le persigue por un delito sexual acaecido hace más de tres décadas (1977) el próximo 19 de febrero.

Un «negro» (escritor fantasma) cree ver la gran oportunidad de su vida cuando es contratado para escribir las memorias de un antiguo primer ministro británico. Aunque joven escritor de talento, se aviene a ocultar su identidad para ayudar a Adam Lang (Pierce Brosnan, en plan «beau tenebre») a redactar sus memorias sustituyendo al anterior «escritor fantasma», muerto ahogado en extrañas circunstancias. En el tensísimo «thriller» político, el escritor, nada más ser contratado, viaja en medio de un crudo invierno hasta una remota mansión frente al océano, en la Costa Este norteamericana.

Allí vive Lang con su esposa (Kim Cattrall, de «Sexo en Nueva York») aparentemente de forma tranquila. El día en que el escritor (Ewan McGregor) arriba hasta la costa, un ministro que compartió gabinete con Lang le lanza graves acusaciones. El ministro autorizó ilegales detenciones de presuntos terroristas y los entregó secretamente a la CIA para ser sometidos a torturas. El escándalo estalla y hasta la desierta costa llegan los medios, ansiosos de crear un nuevo criminal de guerra. La situación se agrava de tal manera, que el escritor ve en peligro su vida. De hecho, el personaje de McGregor comienza a interrogarse hasta qué punto la muerte de su antecesor pudo estar relacionada con los macabros secretos que descubrió.

El reparto encabezado por Pierce Brosnan (que retoma la negrura de sus personajes de «El sastre de Panamá» y «Matador») e Ewan McGregor, está completado por Cattrall, Olivia Williams, Timothy Hutton, el siempre excelente Tom Wilkinson, Eli Wallach -toda una leyenda viva- y James Belushi.
Tras obtener el Oscar en 2002 por «El pianista» (que su amigo y protagonista de «Frenético» Harrison Ford le entregó en París), Polanski dirigió en 2005 su versión de «Oliver Twist» (un proyecto que dijo dedicar a sus hijos Morgana y Elvis, también encerrados en Gstaad) y el celebradísimo segmento «Cinéma Erotique» de la pieza única e incunable dirigida por diversos grandes maestros para el Festival de Cannes titulado «Chacun son cinéma ou Ce petit coup au coeur quand la lumière s’éteint et que le film commence». Aquello ocurrió en 2007 y este año suponía el regreso del autor de «Chinatown» y «La semilla del diablo» a lo grande y con una historia muy suya. En 2008, también en Berlín, se presentó el vehículo de Nanni Moretti «Caos calmo», en la que protagonizó un mercurial cameo como un gran jefazo de la comunicación llamado Steiner.

Ante el estreno norteamericano, queda por ver si el escándalo afectará a la taquilla. Rob Friedman, presidente de Summit Entertainment, la compañía que la distribuye en Estados Unidos afirma que no afectará: «la gente tiene una infinita capacidad de separar a las personas de su arte. Las audiencias que van al cine van a ver una película. No van a decidir si un juez de Los Angeles se comportó justamente o si Polanski ya ha pagado su deuda con la sociedad».

Alex Billington desde su web FirstShowing.net y que la vió el pasado miércoles en Los Angeles, la califica de «hitchcockiana y excelente». «Es un magnífico thriller», concluye, aunque es de los que piensa que el escándalo dañará la carrera comercial de la cinta.

La vida de Roman Polanski, de 76 años, ha estado marcada por la tragedia como superviviente del Holocausto en el guetto de Varsovia, con su familia aniquilada en Auschwitz y su bellísima esposa Sharon tate (embarazada de ocho meses) asesinada en los brutales crímenes de la familia Manson. Actualmente está casado con la actriz francesa Emanuelle Seigner y es padre de dos hijos. Desde su residencia en París ha seguido haciendo cine en continuidad sin necesitar de Hollywood. Ganar un Oscar fue su última victoria.

Gregory Ellwood, de HitFix.com, que también vió el film el miércoles, ha dicho: «en un universo paralelo, si el escándalo no hubiera ocurrido, Polanski sería tan venerado como Martin Scorsese. Hubo cierto follón cuando le nominaron para el Oscar pero ya se vió que no fue un impedimento. Ahora, lo ocurrido es una pena porque «The Ghost Writer» no es una película minoritaria sino un sólido entretenimiento. Su potencial comercial es enorme».