LA PELÍCULA HA INAUGURADO ESTE MIÉRCOLES 15 DE MAYO, LA 66 EDICIÓN DEL CERTAMEN CINEMATOGRÁFICO MÁS FAMOSO DEL MUNDO
Doce años después de «Romeo y Julieta», inspirada en la tragedia de Shakespeare, Baz Lurhmann se ha centrado en la adaptación de la famosa novela de Francis Scott Fitzgerald con la intención de revelar lo que no dice. La película ha inaugurado este miércoles la 66 edición de Festival de Cannes.
Considerada como una obra maestra de la literatura estadounidense contemporánea, «El gran Gatsby» ha sido llevado a la gran pantalla en tres ocasiones desde su publicación en 1925. La última versión cinematográfica del libro de Fitzgerald, en la que Mia Farrow comparte cartel con Robert Redford, se estrenó en 1974. Casi cuarenta años más tarde, ahora es el turno de Baz Lurhmann de plasmar en imágenes la historia de Jay Gatsby, un millonario encantador y misterioso del Nueva York de los años 20, encarnado en esta ocasión por Leonardo Di Caprio.
El director de «Moulin Rouge», presentada en la competición de Cannes en 2001, se ha centrado en los pasajes más oscuros de la novela de Fitzgerald, con la intención de revelar sus secretos en la pantalla y de este modo diferenciar su trabajo. Con el objetivo de iluminar lo que el autor deja en suspenso, Luhrmann se ha adentrado en su intimidad, recurriendo en concreto a su correspondencia amorosa y a la biografía de su esposa, Zelda. De este modo, una de las frases de Daisy, interpretada por Carrey Mulligan, procede de una carta enviada por Fitzgerald a su primer gran amor. Cuando su meticuloso trabajo de investigación no le ha permitido encontrar una explicación a uno de los puntos oscuros de la obra, Lurhmann ha confiado en su propia intuición.
Acompañada por una banda sonora anacrónica donde figuran artistas como Lana Del Rey o Beyoncé, la puesta en escena de El gran Gatsby, rodada íntegramente en 3D, incluye numerosos planos secuencia que asemejan en ocasiones la película a una obra de teatro. La interpretación de los actores, entre los que se encuentran Tobey Maguire en el rol del narrador Nick Carraway, pero también los decorados y los vestidos, siempre grandiosos en las obras de Luhrmann, acentúan esta característica, que recuerda que fue un hombre de teatro antes de convertirse en cineasta.
Baz Luhrmann se ha referido en Cannes a la génesis de su película: «Estaba en un tren en Siberia y tenía el libro. Lo leí. Así empezó todo. Mirando el contexto actual, creo que la historia de Gatsby sólo puede inspirarnos y podemos verla con otros ojos. Tomó tiempo alcanzar este resultado: tuve que adquirir los derechos de la novela, encontrar a las personas adecuadas… desde el principio prácticamente, Leonardo quiso participar en el proyecto». El cineasta ha compartidoó una anécdota de la première de la película en Estados Unidos: «Al final de la película, una mujer me miró y me dijo: «He venido de Vermont para ver lo que usted ha hecho con el libro de mi abuelo». Quedé helado. Y añadió: «Creo que Scott estaría orgulloso de la película». Es el mejor cumplido que me han hecho».
Leonardo Di Caprio ha comentado la importancia de la novela en Estados Unidos: «Gatsby es un libro obligatorio en la educación secundaria. Hoy en día, la gente continúa analizando la novela, interpretando cada línea, es como una eterna búsqueda. Nosotros intentamos dar forma nuevamente a los personajes. El trabajo con un texto de tal envergadura es muy emocionante». Por su parte, el guionista Craig Pearce ha comentado el trabajo de adaptación: «Leímos nuevamente el libro intentando profundizar en algunos aspectos. La decadencia y el alcoholismo de esa época son palpables en la obra. El libro refleja una realidad que vivimos en la crisis financiera actual. Ha sido fuente de inspiración inimitable en cada época».