“Asesinato para dos” es una obra coral aunque solo cuente con dos actores. Por tanto, este musical de pequeño formato, que se ha estrenado con éxito en numerosos países y ahora llega al Pequeño Teatro Gran Vía de Madrid, exige un ejercicio actoral de primer orden. Lo ofrecen ambos protagonistas: Dídac Flores y Mikel Herzog (hijo del autor de aquella canción del “Tractor amarillo”). Hay una puesta en escena elegante, goteada de humor y de suspense, y trabajada con sencillez dentro de la enorme complejidad que lleva dentro este espectáculo. La dirección y adaptación es de Zenón Recalde (director de “El Rey León”), y la dirección musical de Gaby Goldman (“Matilda”). “Asesinato para dos” es, pues, una función con mucho talento, en la capital europea del musical: Madrid.

La obra rinde homenaje a Arthur Conan Doyle (el asesinado se llama Arthur) y al cine de suspense. El famoso escritor Arthur Whitney es asesinado en el salón de su casa durante una reunión de amigos. Cada uno tiene algo que ver con alguna de sus novelas. El ambicioso oficial de Policía (Mikel Herzog) dispone de solo una hora para esclarecer el crimen si quiere convertirse en detective, que es su objetivo, antes de que llegue el inspector que se hará cargo de la investigación. Mikel Herzog encarna, además, a todos los sospechosos, casi una decena, desde la mujer del difunto, a la amante, pasando por el enigmático psicólogo. Incluso cuando todo se complica aparece un coro de adolescentes escondido debajo de la mesa. Dídac Flores cuaja una interpretación sobresaliente, saltando de la personalidad y dicción, incluso apariencia física, de un personaje a otro.

Los dos actores cantan, hablan y bailan. Y consiguen mantener cierta atmósfera de suspense, que lo envuelve todo. Es la atmósfera de las novelas de Conan Doyle, pero con música de piano. El libreto es sencillo y eficaz. “Técnicamente ya no es mi marido. Es el marido de Dios, porque está muerto”, afirma la viuda. O bien: “Quizás debería llamar a un abogado, doctor. – ¿A un abogado/doctor?”.

El público de la noche del estreno (un lunes) ovacionó prolongadamente a todos. En su mayoría eran intérpretes de los musicales que hay en cartel en Madrid. La buena salud del musical, ya está dicho.