«Los días de la nieve”, de Alberto Conejero, se estrenó en Jaén, está en el Teatro del Barrio de Madrid, y saldrá de gira

«Los días de la nieve” es un largo, emocionante, conmovedor y deslumbrante poema en prosa. Lo ha escrito el dramaturgo Alberto Conejero, que es de Jaén. Este monólogo lo interpreta la actriz jiennense Rosario Pardo. Y el director del montaje es Chema del Barco, natural de Villacarrillo (Jaén). La función, que se representa en el Teatro del Barrio de Madrid, desprende aire/talento de Jaén por todos sitios.

Alberto Conejero ocupa un lugar destacadísimo –si no el primero- entre los dramaturgos españoles actuales. Es un poeta que escribe teatro o un dramaturgo que escribe poesía. Sus obras arañan dulcemente, conmueven de manera honda, tienen música en la palabra, y un fondo corrosivo envuelto en celofán. El talento de Alberto Conejero es estratosférico. «Los días de la nieve” consiste en una instantánea de la vida de Josefina Manresa, la viuda de Miguel Hernández. El autor explica en el programa: «No he pretendido reconstruir su vida ni convertirla en relato, sino –gracias a la capacidad que tiene el teatro y la ficción de suspender la muerte- atender al misterio de su existencia, convertirla en nuestra contemporánea y a nosotros en sus contemporáneos”. Josefina Manresa se ganó la vida como costurera y cuidó del legado de Miguel Hernández frente a los que pretendían arrebatárselo aprovechando la ingenuidad de una mujer campesina. Y en la obra está el verbo, la poesía característica de las piezas de Alberto Conejero: «Desde niña, el tiempo me hablaba con la lengua de una aguja” –dice Josefina-.

«Yo le tenía miedo por poeta”, afirma respecto a los primeros tiempos de cortejo de Miguel Hernández. Fue una mujer a la que golpeó la vida con dureza. A su padre, guardia civil, lo mataron unos incontrolados que se decían de la República. Y a Miguel Hernández, el franquismo lo dejó morir –que es igual que matarlo- en la cárcel. El aspecto del poeta en sus últimos días era deplorable: los pies negros, una podredumbre extendida por todo el cuerpo, un olor insoportable. Todo ello se cuenta en la obra. La interpretación de Rosario Pardo es colosal. Dulcifica algo el carácter de Josefina Manresa, pero sostiene el pulso de aquella mujer que luchó hasta el final. Cuando Rosario Pardo lee poemas de Miguel Hernández, no lo hace como una actriz, sino como una costurera. Y deja caer con maestría las frases extraordinarias que recorren la obra: «Nosotros tenemos derecho a los recuerdos, pero más derecho tenemos a los olvidos”. Alberto Conejero nos devuelve a una mujer sensacional.