Salvador Simó lleva a la gran pantalla el cómic «Buñuel en el laberinto de las tortugas», de Fermín Solís

«Antes de la quema» es el nuevo largometraje del director Fernando Colomo con el que ha competido este domingo en la Sección Oficial del Festival de Málaga. Una narcochirigota que él mismo ha calificado como un género fluido a medio camino entre un thriller, una historia de amor y una comedia que se sustenta desde el drama. Su estreno en los cines de todo el país tendrá lugar el próximo 7 de junio.

Colomo ha explicado en la rueda de prensa de presentación que a lo largo de su carrera como cineasta nunca ha conseguido encajar su trabajo en un solo género. Sus películas siempre han combinado escenas dispares. De ahí viene también la esencia clave de «Antes de la quema», para la que ha reconocido que el guión se empezó a gestar desde hace cinco años, pero han recurrido a 25 versiones diferentes hasta culminar el rodaje en Cádiz. Lo escribe Javier Jaúregui.

La vida de Quique –Salva Reina-, un humilde artista de una agrupación carnavalera cambiará para siempre cuando comience a trabajar en el depósito de droga más grande de Andalucía. Pero un traficante local y gran admirador de su trabajo urde un plan para robar el almacén antes de que lo inauguren y de que se proceda la quema de toda la mercancía incautada. El protagonista vivirá una aventura como las que se cantan en los narcocorridos, pero en versión gaditana. De ahí que se trate de una narcochirigota, capaz de arrancar carcajadas desde el drama.

Ha sido el guionista quien ha aclarado que las escenas cómicas carecen de chistes por lo que huye del estereotipo de comedia andaluza al uso. Además, la cinta cuenta con una dosis de realidad dramática intrínseca a medida que avanza el hilo argumental. Se debe a que tanto Colomo como Jaúregui han querido plasmar de la forma más real el drama diario de muchos gaditanos que no tienen trabajo, que no logran llegar a fin de mes y el vínculo de este problema social con el narcotráfico en el Estrecho.

En este contexto, Colomo ha abandonado su zona de confort y ha centrado el peso de su grabación en Cádiz, que precisamente es la provincia española con la tasa de paro más alta. Es La primera vez que Colomo graba en esta ciudad. El cineasta ha construido un verdadero retrato de la idiosincrasia gaditana. Para conseguirlo, se ha inmiscuido hasta las entrañas de la ciudad y de su gente. En este punto, la actriz Manuela Velasco ha querido destacar que lo mejor del largometraje son sus escenarios reales. Los actores se metían literalmente en las casas del barrio de la Viña, donde interactuaban con gente de verdad. No eran figurantes, sino que la gente de la calle se cuela en las secuencias con naturalidad. Durante todo el rodaje Colomo ha ido improvisando para la grabación de muchas escenas y se ha adaptado de forma progresiva a cualquier cosa que aconteciera a su alrededor dotando su contenido de cotidianidad y espontaneidad.

Por otra parte, las chirigotas no solo forman parte de la banda sonora del largometraje, sino que constituyen el hilo conductor que va marcando el argumento. Sus letras se alternan con secuencias magistrales de diálogo entre la familia protagonista. Le dieron bastante peso a la música no solo porque parte de la historia transcurra en un concurso de carnavales, sino porque ha sido un elemento más para acercar de forma fidedigna a los espectadores a la realidad social de estas agrupaciones populares.

La cinta también cuenta con su propia chirigota con letra compuesta por el guionista con ayuda de su actor principal, Salva Reina, para quien ha supuesto un desafío afrontar este papel como protagonista. Asegura que se ha apoyado principalmente en sus compañeras de reparto Maggie Civantos y Manuela Velasco. Ha insistido en que se ha empapado mucho de la cultura gaditana y ha reconocido que su experiencia en el rodaje le ha aportado una profunda admiración por los carnavales. «Hay muchísimas horas de trabajo y un alto nivel de exigencia, disciplina y creatividad que mucha gente desconoce de esta festividad», según ha expresado.

Por último, la actriz malagueña Maggie Civantos ha señalado que en el set de rodaje había un ambiente muy creativo. Y ha añadido que cuando grababan en plena calle, veían reflejados a sus propios personajes a su alrededor, por lo que era muy fácil inspirarse y meterse en el papel. Joaquín Núñez y los chirigoteros José Luis García Cossío –Selu- y José Antonio Vera Luque – completan el reparto.

También este domingo el Festival de Málaga ha acogido en cpmpetoción la película de animación «Buñuel en el laberinto de las tortugas». El director Salvador Simó ha llevado a la gran pantalla el cómic homónimo de Fermín Solís, una década después de su publicación. Esta adaptación escrita por Eliogio Montero, realiza un retrato psicológico del cineasta justo después del escandaloso y revolucionario estreno de su primer largometraje «La edad de oro».

«Involucra al espectador en un recorrido íntimo por parte de la historia de Buñuel desde el momento después de su primer largo hasta alcanzar su madurez artística. Es un homenaje al que más tarde se convertiría en el mejor director de la historia del cine español», ha expresado Montero.

Simó ha explicado en rueda de prensa que su película es principalmente una historia de amistad. Tenían claro que querían evitar el formato de documental para centrarse en una obra diseñada especialmente para el público. La cinta alterna secuencias grabadas por el propio Buñuel con las de Simó, impregnándose de momentos mágicos de la historia del cine.

Tras su el estreno de «La edad de oro», Buñuel comienza su periplo a las Hurdes, una de las regiones más pobres y abandonadas de España, donde pondrá en marcha el documental, «Las Hurdes, Tierra sin pan». Con él quería denunciar el estado deplorable de esta tierra relegada a la exclusión y a la más profunda insignificancia. Y todo en un contexto en el que España emprendía su camino hacia la guerra. Este proyecto fue posible gracias a la financiación de Ramón Acín, su amigo íntimo, escultor, quien le prometió ayudarle si ganaba la lotería. Afortunadamente el azar jugó a su favor. Todo lo que aconteció en este rodaje se ha convertido en la trama principal del largometraje de Simó sin perder de vista la relación de amistad como telón de fondo.

Fermín Solís se inspiró para hacer realidad su cómic cuando viajó a la misma comarca de las Hurdes. Se percató de que algunos escenarios seguían intactos tal y como los había grabado Buñuel en 1933. Se empapó del espíritu de Buñuel como si el alma del genio del surrealismo todavía permaneciera allí. Tenía claro que había identificado una historia que quería contar e ilustrar. Nunca se imaginó que esta experiencia terminaría en el cine.

Este capítulo ocupaba muy poco espacio en la biografía de Buñuel por lo que inició una ardua labor de investigación para la que recurrió a documentos de la Filmoteca de Extremadura y del Centro de Documentación de Las Hurdes.