UNA HISTORIA DE VENGANZA Y SENTIMIENTOS QUE FIRMA FRANCESCO MUNZI
El poderoso cine italiano de denuncia y compromiso, que formó a generaciones enteras, ha regresado en plena forma al festival de Venecia con una historia sobre la mafia, de venganza y sentimientos a través de una saga familiar del director Francesco Munzi: «Anime Nere».
Formado en el legendario Centro Experimental de Cine de Roma, Munzi, de 45 años, logra con «Anime Nere» («Almas negras») contar los mecanismos íntimos de la Ndrangheta, la temida mafia calabresa, a través de la historia de tres hermanos, hijos de un pastor de cabras en las perdidas montañas de Aspromonte. La película es la adaptación de una novela de adaptación de una novela de Gioacchino Criaco que protagoniza Marco Leonardi.
«Es la historia de tres hermanos del pueblo de Africo, que junto con Plati y San Luca forman parte del triángulo de las Bermudas del crimen», ha contado Munzi, quien rodó la película en ese territorio, el corazón de una de las organizaciones criminales más feroces, que maneja el tráfico de la cocaína en Europa y con ramificaciones en América Latina, sobre todo México y Colombia. «Mi encuentro con Calabria fue como el de un antropólogo, un documentalista lleno de curiosidad», ha confesado el cineasta, que se inspiró libremente en el homónimo libro de Giocchino Criaco.
«Llegué a Africo cargado de prejuicios y miedo. Descubrí un mundo complejo y variado. La desconfianza se volvió curiosidad, nos abrieron las puertas de sus casas, mezclé actores profesionales con gente del lugar. Sin ellos no hubiera podido contar su historia», ha reconocido Munzi tras la presentación del filme, quien dedicó más de tres años a ese proceso.