La historia de una joven que arrastra sus secretos a una ecoaldea del Bierzo
La Sección Oficial del 19 Festival de Málaga ha presentado este martes 26 de abril a concurso «Julie», la primera película de la realizadora canaria Alba González de Molina, una historia sobre la maternidad con una remota ecoaldea como escenario. La película, muy menor, se estrenará en otoño sobre todo a través de plataformas de internet.
«Esta experiencia ha merecido la pena porque hemos sido capaces de hacer algo que prácticamente parecía una locura”, ha reconocido la directora en rueda de prensa tras la proyección de las 9 de la mañana. «Julie» está protagonizada por Marine Discazeaux, Silvia Maya y Rikar Gil, que han acompañado a la directora en la presentación de la película en el Festival de Málaga.
La película se centra en Julie (Marine Discazeaux), una muchacha francesa asentada en Madrid, que decide marcharse precipitadamente y cuya huida la lleva hasta un remoto pueblo, en el que intentará esconderse de sí misma.
Uno de los asuntos que aborda «Julie» es la maternidad, una cuestión que «me interesaba mucho mostrar; quería reflejar ese peso que heredamos de nuestras abuelas, nuestras madres y cómo debemos ir desprendiéndonos de todo ese peso y quedarnos cada vez más desnudos para encontrarnos a nosotros mismos”, ha explicado la realizadora.
Marine Discazeaux se integró en el proyecto cuando un día «Alba entró en la cafetería donde trabajaba, me dijo que encajaba en el personaje y me lo ofreció, así sin más; fue un poco de película”, ha bromeado la actriz. «Para mí, no se trata de una película, sino de un proyecto al que he dedicado dos años y medio de mi vida”, ha afirmado.
La historia transcurre en una ecoaldea real ubicada en la comarca leonesa de El Bierzo. La elección de este escenario tenía cierta intencionalidad para la directora, ya que «quería sacar al personaje de su zona de confort”. De hecho el equipo de rodaje tuvo que adaptarse a las condiciones del lugar, que carece de accesos por carretera, apenas tiene conexión a Internet, carece de conexión a la red eléctrica y ha empleado un 80% energía solar.