La tercera jornada del Festival ha acogido este domingo 20 la presentación de «Cinco Lobitos», la ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa. Se trata de un drama familiar que retrata la maternidad desde su propia perspectiva personal, huyendo de clichés para que los espectadores empaticen con sus personajes sin juzgarlos.

Con Laila Costa, Susi Sánchez, Ramón Barea y Mikel Bustamente, la película muestra como Amaia acaba de ser madre y se da cuenta que no sabe muy bien como serlo. Al ausentarse su pareja por trabajo unas semanas, decide volver a casa de sus padres y así compartir la responsabilidad de cuidar a su bebé. Lo que no sabe Amaia es que, aunque ahora sea madre, no dejará de ser hija.

Ruiz de Azúa ha argumentado que para construir este retrato se ha nutrido de un universo muy íntimo y familiar. Concretamente la historia arranca con su primer año de maternidad, justo cuando empieza a ser consciente de que emprendía una etapa completamente diferente hasta el momento.

La directora ha confesado que para ella «la maternidad es una experiencia muy compleja, con muchas capas que provocan cambios en las relaciones familiares y en los roles de cada uno». Ruiz de Azúa también ha reconocido su obsesión por evitar los clichés. «Tenía claro que no quería una película de buenos y de malos, sino de personajes que fuesen comprendidos por los espectadores, teniendo en cuenta la situación personal y el contexto de cada uno», añadiendo: «A todos nos ocurre que queremos hacer las cosas bien, aunque en ocasiones tomemos decisiones erróneas». Y eso justamente es lo que ha querido plasmar para buscar la conexión con el público, ha manifestado.

La directora también se ha centrado en otro tema cotidiano como es el de la muerte. Y ha querido tratarlo del modo más realista posible, sin querer caer en retratos épicos, sino más bien en mostrarla normalizada, como una parte más de la realidad, “aunque nos cueste hablar de ella porque nos provoque miedo”, ha puntualizado.

Por su parte, la actriz Susi Sánchez ha explicado que se ha apoyado en la improvisación para desarrollar su personaje de madre y abuela, para el que se ha inspirado en su propia madre, a quien ve totalmente reflejada en cada escena. Tanto ella como Ramón Barea han coincidido en destacar la reflexión profunda sobre las relaciones personales a la que invita este largometraje.

«Cinco lobitos» es una película muy emotiva, con espléndidos retratos de personajes, ninguno en posesión completa de toda la verdad. La directora sabe como diseccionar las relaciones familiares, a menudo complejas, y lo hace con la maestría y solvencia de una veterana, sin que en ningún momento parezca una ópera prima. Se detiene en los pequeños detalles de los conflictos familiares, pero ninguno tan grave como para no saberlo solventar. Se ha comentado tras el pase matinal, que es una película «con olor a biznaga».