«WOLFMAN» SUFRE UN NUEVO APLAZAMIENTO EN SU FECHA DE ESTRENO

En recientes tiempos, los filmes más decepcionantes (véase el cuarto «Terminator», «Transformers 2» o «G.I. Joe», como ejemplos) se venden como Número 1 en la taquilla norteamericana y esas abrumadores cifras estadounidenses que se logran a base de estrenar miles de copias. Y de lanzar a sus protagonistas en inacabables tours mundiales, plagados de ruedas de prensa inanes en que cansinamente repiten todos los tópicos inventados. Los estudios Universal se encuentran sobre todo en la lucha por erigirse en el campeón de taquilla cada año, seguidos de cerca por Sony (la ridícula «2012» que nos amenaza con llegar en noviembre) y Warner. Pero, una vez que se ha alcanzado el verano de este año, los ojos están puestos en 2.010. La estrategia se centra en alterar las fechas de los estrenos de las películas que esperan sean más taquilleras, en detrimento de su calidad. Pese a ser los primeros sorprendidos por el inesperado éxito de la hilarante «The Hangover», siguen confiando en los llamados «blockbusters» o revientataquillas.
Sobre todo en la nueva versión de el hombre lobo, «Wolfman» en la que Del Toro oculta su natural apostura bajo pilosidades y efectos especiales. Programada en principio para estrenarse el próximo 21 -tan sólo se estrenará entonces el trailer- y después, al 6 de noviembre, ahora ha sido trasladada a 2.010, concretamente al fin de semana largo del 14 de febrero, que incluye la celebración del Día del Presidente y que abarca cuatro días, un verdadero «puente». La esperada afluencia masiva hace concebir a los ejecutivos -jóvenes sin conocimientos cinematográficos pero sí financieros- esperanzas de convertirse en los campeones de taquilla del momento.
De momento, se han excusado en base a la necesidad de los sofisticadísimos efectos especiales por poner a punto la cinta. Universal debe de recuperarse ahora del enorme fracaso del último vehículo de Will Ferrell, «Land of The Lost» («El mundo de los perdidos»), y de la taquilla de «Brüno», por debajo de lo esperado pese a los disfrazados esfuerzos de Sacha Baron-Cohen por herir las más variadas sensibilidades universales. Otras «víctimas» del terremoto de fechas de Universal son «Green Zone», que reune al dúo vencedor de Matt Damon y el director Paul Greengrass de la saga Bourne, para el 12 de marzo. Y para el 14 de mayo (con probable presencia en el próximo Festival de Cannes), el «Robin Hood», que Russell Crowe rueda de nuevo a las órdenes de sir Ridley Scott. Eso, si las peleas entre ambos en el plató les permiten finalizarla.