ANTONIO RESINES, PRESIDENTE DE LA INSTITUCIÓN, ENTREGA EL GALARDÓN A AMBOS INTÉRPRETES
Los actores Aitana Sánchez-Gijón y Juan Diego han recibido este lunes 2 de noviembre la Medalla de Oro de la Academia de Cine, de manos de su presidente, el también actor Antonio Resines: Ambos intérpretes, que se conocieron en el rodaje de la serie «Segunda enseñanza», han recordado sus trayectorias y su actitud ante el oficio de actor.
A las Medallas de Oro, diseñadas y cedidas por Chus Burés a la Academia, se suma otro homenaje en forma de libro. Y es que la institución ha editado dos publicaciones coordinadas por Juan Tévar sobre los premiados.
Tras recibir el galardón, Aitana Sánchez-Gijón ha explicado su reacción cuando Resines le llamó para anunciarle la concesión de la medalla. «Pensé: «no me toca ahora y menos con Juan», pero realmente es muy hermoso estar mano a mano con mi maestro 30 años después», afirmaba sobre el reconocimiento, que ahora toma «con muchísima alegría y gratitud».
Por su parte, Juan Diego aseguraba que «es una gran alegría recibir un premio con alguien a quien admiras desde el primer día que la conoces, en un pasillo de Segunda enseñanza». La complicidad entre ambos y su trayectoria juntos ocupó gran parte de las anécdotas relatadas por las Medallas de Oro 2015, que también coincidieron en «Jarrapellejos». Fue un encuentro distendido y dominado por el cariño, la generosidad, los agradecimientos, la camaradería y los aplausos.
Sánchez-Gijón ha recordado el papel de protector de Juan Diego con los actores más jóvenes: «Lo considero mi mentor, mi Pigmalión», destacaba antes de resaltar el gran consejo que le dio el actor de «Los santos inocentes»: «No, no hay que ser humilde, aquí tienes que ir por derecho. Me quitó un poco eso de estar pidiendo perdón por atreverme a estar allí con esos grandes». En los años siguientes a «Segunda enseñanza», Juan Diego le habló del oficio y repartió con ella asesoramiento y libros de Stanislavski.
La actriz también ha destacado el compromiso de Juan Diego no solo como intérprete a la hora de preparar sus personajes, sino también en el aspecto ideológico y social con su profesión y de cara a la época que le tocó vivir. Unos cumplidos que eran correspondidos por el actor cuando afirmaba que en aquella Aitana de 16 años que conoció «aparte de la verdad, había mucha inteligencia interpretativa» y que es muy gratificante «no equivocarte cuando apuestas por un misterio».
Muy vinculados al teatro a lo largo de su trayectoria, ambos tienen muy presentes los grandes papeles que este les ha proporcionado. Aunque las tablas y la televisión son los que le han dado sus últimos proyectos, Sánchez-Gijón ha indicado que se sigue sintiendo «dentro de la familia del cine», mientras que Juan Diego reflexionaba: «¿Qué es el cine sino un teatro representado con una técnica muy concreta? ¿Cuál es la esencia del cine? Venimos del teatro y volveremos al teatro».
Sánchez-Gijón, que fue presidenta de la Academia durante dos años, se ha referido a esa etapa de «turbulencias y muchas cosas con las que lidiar» y en la que aprendió «a conocer la profesión desde todos los ángulos, no solo el mío como actriz». Entre los logros de los que se siente orgullosa, está la propia sede que tiene hoy la institución, esas gestiones «para que la Academia consiguiera la sede que merecía», además del impulso de cara al público.