Una vez detenida por sus actividades ilegales, Molly Bloom entró a saco en las vidas de algunos de ellos en sus memorias

Hace algo más de un año que el reconocido guionista Aaron Sorkin recibió el encargo de adaptar para el cine el libro autobiográfico de Molly Bloom, quien fue anfitriona de partidas de poker entre celebridades del cine y hombres de negocios, en las que circulaban cientos de miles de dólares de mano. Apodada «la princesa del póker», una vez detenida por sus actividades ilegales, entró a saco en las vidas de algunos de ellos en sus memorias.

Ahora Deadline anuncia que además de escribir la película, quien fuera escritor y productor de series tan conocidas como «El ala Oeste de la Casa Blanca», ganador del Oscar por «La red social» y reciente autor de la segunda biopic de Steve Jobs, también dirigirá la película, en la que será su primera realización, titulada como el libro, «Molly’s Game».

Bloom (que se llama igual que el personaje creado por James Joyce en su «Ulises») era una chica de buena familia, que a principios de la pasada década abandonó su exitosa carrera deportiva como esquiadora y sus estudios universitarios de Políticas en Colorado para irse a Los Angeles, donde circunstancialmente se convirtió en asistente de un inversor inmobiliario que organizaba partidas de poker de alto standing. Ambiciosa y «emprendedora», la veinteañera decidió que aquella era una manera más que fácil -amen de glamourosa- de hacerse rica, y durante ocho años se convirtió en anfitriona de partidas a las que asistían astros del cine como Leo DiCaprio, Tobey Maguire, Matt Damon o Ben Affleck.

Sin embargo, como muchos otros «sueños americanos», su negocio se vino abajo cuando llegó a oídos de la mafia y pasó de recibir propinas a cobrar por participar en las partidas. Pese a que el juego en un domicilio privado es legal en California, el FBI acabó deteniéndola y fue condenada a un año en libertad vigilada. Lo peor es que todo el dinero que había acumulado fue confiscado por las autoridades, y la llamada por los medios «Princesa del poker» se vio en la ruina. Hace algo más de tres años decidió regresar a Colorado y escribir sobre aquella experiencia vital. Ni que decir tiene que con «actores secundarios» de la talla de los citados, las editoriales y los agentes de Hollywood se rifaron el texto, cuyos derechos en 2014 fueron adquiridos por el productor Mark Gordon.

Digamos que Sorkin, que este domingo es candidato a un Globo de Oro por «Steve Jobs», no ha tenido ninguna prisa para debutar como realizador, instalado en la industria como uno de los guionistas de mayor prestigio y mejor pagados de Hollywood. Ahora por fin se sentará en la silla de director para realizar una historia de la que seguramente tuvo conocimiento mucho antes de que le encargaran el guión, dada su familiaridad con algunos de los personajes implicados.

El escritor neoyorquino, de 54 años, se ha convertido en todo un experto en escribir sobre personas reales, después de contar las historias de Jobs, Mark Zuckerberg, Billy Beane o Charlie Wilson. Además, tiene pendiente un guión sobre el que fuera candidato presidencial John Edwards, a partir del libro de Andrew Young, que parecía iba a ser su opera prima tras la cámara.