Interpreta a una ex-bailarina que dirige un club de neo-burlesque

Cherilyn Sarkisian LaPiere -en el arte, Cher- se prodiga poco últimamente en el cine. Por eso, el pasado fin de semana constituyeron sendos acontecimientos sus dos estelares apariciones públicas: el estreno de su película junto a Cristina Aguilera «Burlesque» e inaugurar su Estrella en el Paseo de la Fama, frente al teatro chino Grauman, en el corazón de Hollywood. Es la segunda, pues tiene otra de cuando formaba el dúo musical Sonny & Cher.

En «Burlesque» es Tess, una ex-bailarina que dirige un club de neo-burlesque en el Los Angeles contemporáneo hasta el que llega una jovencita de pueblo, Ali (Aguilera), con sueños de fama y fortuna. Dirigida por Steve Antin, ha recibido pésimas críticas (hay quien ha escrito que es peor que «Showgirls», de Paul Verhoeven), pero su regreso ha propiciado enorme publicidad. La película llegará a las pantallas españolas el 17 de diciembre.

Fiel a su estilo, de negro ceñido y corto, medias de red y elevadísimos tacones (dos fornidos caballeros la levantaron cuando toco marcar las manos), la diva dejó sus huellas para siempre en una placa dorada bañada después con purpurina. Le acompañaron su madre, Georgia Holt y su hijo Chaz Bono (anteriormente Chastity antes de su cambio de sexo). El hijo que tuvo con el músico Gregg Allman, de los Allman Brothers Band, no se dejó ver. Pero la presencia sorpresa la propiciaron los 33 mineros chilenos que permanecieron enterrados vivos tres meses. Presentes en Los Angeles para grabar el especial para la CNN, «Heroes: An All-Star Tribute», pasaron casualmente por allí en un autobús sin techo y estuvieron haciendo fotos de la viuda de Sonny Bono.

La última anécdota la proporcionó Cher, cuando -debido a los exagerados movimientos que tuvo que realizar, a que su vestido se le ceñía como una segunda piel y a que era transparente…cuando se le rompieron las minibragas. Una asistente corrió a comprar un repuesto y todos supieron que eran de color turquesa.