El uso gratuito de la violencia, la influencia de la globalización en el urbanismo o el arte como reflejo de la realidad política y social son algunos de los temas clave de las películas
En su IX edición, Documenta Madrid (del 4 al 13 de mayo) sigue apostando por la calidad de sus Secciones Competitivas que, por cuarto año consecutivo, mostrarán títulos de riguroso estreno en España. Entre los 883 documentales recibidos para participar en el certamen, que han sido producidos entre 2011 y 2012, han sido seleccionados 58.
Por categorías, competirán: 36 cintas en la Competición Internacional (8 largometrajes, 9 largometrajes de creación y 19 cortometrajes) y 22 en la Competición Nacional (9 largometrajes y 13 cortometrajes).
Las 58 películas procedentes de 42 nacionalidades que componen las Secciones Competitivas, son sólo parte de los documentales que se proyectarán en el festival, que además cuenta con numerosos títulos en sus diversas Secciones Paralelas. Esta incursión en las diferentes realidades procedentes de diversas cinematografías cuenta con una importante presencia española con 24 películas a competición; europea (con una diversa representación de países como Francia, Italia, Ucrania, Reino Unido, Bélgica, Portugal, Polonia o Suecia); estadounidense y latinoamericana (Argentina, México, Cuba o Perú); así como de otras filmografías (Irán, Sudáfrica, China o Corea).
Dentro de la programación a concurso de esta IX edición, hay algunos títulos reseñables, que cuentan con el aval de la trayectoria de sus creadores o que han obtenido prestigio en certámenes internacionales, que optarán a los premios de las diferentes categorías, cuya dotación económica asciende a 28.500 euros.
El director catalán Lluís Escartín –que compitió en Documenta Madrid en 2010 con «Tabu Mana»- participará en la categoría de Cortometraje de la sección de Competición Nacional con «The Silence between the Shots». Este ofrece una mirada subjetiva a la crisis política de comienzos de 2011 en Egipto, conocida también como la «Revolución de los jóvenes”, o la «Revolución blanca”, por su carácter pacífico.
En la misma categoría, participa el realizador Guillermo G. Peydró con «Las Variaciones Guernica», una reflexión sobre el lienzo de Picasso como denuncia del ataque desproporcionado a civiles desarmados. En ella, desvela acciones similares aplicadas por todos los bandos en los conflictos bélicos de la actualidad. Este cineasta, habituado a explorar los reflejos de las realidades políticas y sociales en el arte contemporáneo, compite también en la categoría de Largometraje con «El Jardín Imaginario». El filme narra la historia de un singular jubilado que un día fabrica una escultura de cemento. Cuando fallece, deja como legado un jardín de cuatrocientos rostros, que resume la historia del mundo.
En esta misma sección, es reseñable también por su capacidad de denuncia de un proceso de gentrificación «(No-Res) Vida i Mort d’un Espai en Tres Actes» de Xavier Artigas. El primer largometraje de este artista visual, que ha colaborado con Mercedes Álvarez y Ricardo Íscar, es la crónica del último año de una de las últimas colonias fabriles que quedaban en pie en Barcelona. Con su destrucción, desaparece toda una forma de entender el espacio urbano.
Por su parte, la cineasta Arantxa Aguirre visita de nuevo el universo de la danza con «An American Swan in Paris», que participa en la categoría de Cortometraje Internacional. Tras ejercer como ayudante de dirección de autores como Mario Camus, Basilio Martín Patino, Pedro Almodóvar, Luis García Berlanga o Carlos Saura, la directora ha rodado un documental que sigue la estela de filmes previos como Un ballet para el Siglo XXI, que compitió en Documenta Madrid 09. En esta ocasión, La bailarina americana Kathleen Thielhelm es aceptada en una de las compañías más prestigiosas de Europa. Su primera gira con la compañía le da la oportunidad de bailar en la mítica Ópera de París.