Bajo el título «Carlos Saura. La música y el espejo», el ciclo hará un recorrido por los documentales que el director aragonés Carlos Saura (Huesca, 1932) dedica a diferentes géneros musicales acercándose -en sus propias palabras- a su ideal de un «musical puro”. Con un exquisito tratamiento de la luz y prescindiendo de cualquier excusa argumental, cada una de las películas ofrece al espectador la posibilidad de adentrarse en las músicas que retrata desde una belleza arrolladora y plena de emociones.
El ciclo ofrecerá el mediometraje «Sevillanas» (1991) en el que el realizador hace un recorrido por el género reuniendo a los artistas más destacados del género, de los más populares a los más ortodoxos bajo una cuidada estética minimalista y en la que el color es la clave de la escenografía; los dos documentales en los que Saura se apoya especialmente en la danza para ofrecernos su aproximación a la esencia y las grandes figuras del género en «Flamenco» (1995) o la adaptación de la suite de Isaac Albéniz «Iberia» (2005), que se alzó con el premio Goya a la Mejor fotografía; «Fados» (2007), película que completa su trilogía de la canción urbana moderna (tras «Flamenco” y el largo de ficción «Tango”, con el que representaría a Argentina en los Oscars) con la que se asoma a la música arrabalera y portuaria portuguesa y que obtuvo el Premio Goya a la Mejor canción original «Fado da saudade» y fue nominada como Mejor documental en los Premios del Cine Europeo; «Flamenco, Flamenco» (2010) en la que el director analiza los diferentes palos del flamenco a través del cante y el baile; y su penúltima obra «Zonda: Folclore argentino» (2015), con el que se sumerge en el folclore argentino para ofrecernos un recorrido fascinante sobre un mundo pasado, presente y futuro de un género que marcó la juventud del multipremiado cineasta.
Las relaciones que un cineasta puede establecer con la música pueden ser muy variadas, desde convertirla en un elemento servil que se limite a enfatizar el drama hasta construir una película en función de ella. Puede montar y filmar con música o desde la música. Sin embargo, los hay también que aspiran a filmar la música, como es el caso de Carlos Saura. O a integrarla dentro de un concepto de espectáculo o narración audiovisual donde, según sus propias palabras, «no sea sólo la música la que potencie la imagen, sino que la imagen potencie la música.
Los filmes sobre música (y no con música) de Saura desafían cualquier categorización genérica y siguen siendo piezas inclasificables dentro de la producción cinematográfica española. Saura sigue demostrando una ciega confianza en la capacidad de la música para generar auténticas emociones estéticas que son universales y que no precisan de mayor explicación sobre sus orígenes o contextos. En ese sentido, sus films se dirigen tanto al profano como al iniciado, ya que el primero puede tener un contacto meramente intuitivo con esa música, mientras que el profundo conocedor entenderá a la perfección el diseño profundo sobre el que se articula cada película.
La belleza no radica solo en las imágenes o emociones que puede evocar esa música en la percepción subjetiva de cada oyente, sino en la inmediatez del gesto creativo, en ese prodigioso esfuerzo estético que lleva al intérprete a traducir el mundo, con todas sus miserias y alegrías, en canto, danza o música.
El festival, impulsado por el Ayuntamiento de Madrid desde Cineteca, la sala dedicada al género documental y convertido en referencia internacional en su género, celebrará su decimotercera edición ofreciendo en su Sección Oficial una selección de los mejores trabajos cinematográficos de no-ficción producidos la última temporada alrededor del mundo y no estrenados en España, que competirán por alzarse con el premio al Mejor Documental. Catorce largometrajes y la mejor cosecha de cortos, optarán por hacerse con el galardón junto a dos títulos fuera de competición proyectados en las galas de inauguración y clausura.
Como novedad, el festival añade esta edición, un nuevo premio dentro de su Palmarés Oficial: el Premio al Mejor Largometraje Documental Español, con el que quiere reconocer una producción cada día más extensa y ampliamente valorada fuera de nuestras fronteras. De este modo, la Sección Panorama del Documental Español, que cada año nos ofrece una mirada especial al cine de lo real producido en nuestro país se convierte en competitiva, pudiendo optar al premio aquellos largometrajes cuya presencia en el festival constituya un estreno absoluto.
La programación se completará, como cada año, con un ciclo paralelo que podrá verse en el Cine Doré, sede de Filmoteca Española y diversas actividades que irán anunciándose en las semanas previas.