Notablemente, Hitchcock con sus fulgurantes y breves apariciones en sus propias películas («La sombra de una duda», «Marnie, la ladrona», «Extraños en un tren», Naufragos»…). Además, el título borgiano recuerda la apertura de «Psicosis»: Viernes, 11 de diciembre…», cuando la desdichada Janet Marion Crane (Leigh) decide apropiarse de un dinero que no es suyo y huir sin rumbo y bajo la lluvia hacia el Motel Bates. Tanto a Hitchcock como a Borges les gustaba de utilizar «doppelgängers».

A propósito de «Double Take», John Patterson se preguntaba hace unos días en el diario británico «The Guardian» qué hubiera rodado el genio inglés a partir de narraciones borgianas como «La forma de la espada» y «Tema del traidor y el héroe» (que más tarde llevó al cine Bernardo Bertolucci bajo el título de «La estrategia de la araña»). John Grimonprez utiliza las famosas introducciones del mago del suspense de su serie «Alfred Hitchcock presenta» y las vincula con la aseveración del eterno candidato al Premio Nobel de Literatura de que era demasiado perezoso para escribir novelas completas. Y solía añadir que una novela estaba ya completa en tan sólo cinco páginas. «Double Take» insiste en que la serie televisiva del cineasta estaba llena de gérmenes de ideas pero que Hitchcock tampoco las utilizó para realizar largometrajes. La pereza por obras largas une de nuevo a los dos genios.

Patterson describe «Double Take» como «una peregrinación intelectual» llena de «abstracciones irracionales». Y confirma que el film nutre el deseo en el espectador de revisitar «Los pájaros» y «Psicosis». En una feliz coincidencia, se restrena esta semana en las pantallas británicas una versión remasterizada de la primera, en la que Melanie Daniels (Tippi Hedren), una caprichosa heredera verá su vida alterada por unos alados sumamente agresivos. Acerca de la película, la definió en su momento Federico Fellini como «un poema apocalíptico».