«This Must Be The Place» se presenta en competición en el Festival de Cannes

Jamás hemos visto a Sean Penn de la guisa en la que le muestra Paolo Sorrentino en «This Must Be The Place». Totalmente transformado, parece más bien un doppelgänger de Robert Smith, el líder de la banda gótica The Cure: maquillado de blanco kabuki, con los ojos más pintados que Johnny Depp como el capitán Jack Sparrow y los labios pintados de rojo intenso, es un héroe caído haitiano.

Penn arrastra su voz hasta convertirla en un susurro viggomortensiano en un personaje de estrella del rock retirada en busca de la paz interior. Frío y aburrido, su Cheyenne descubre que su padre recién fallecido fue un superviviente del Holocausto aunque torturado por un soldado nazi, que todavía vive y se esconde en los Estados Unidos. Decide abandonarlo todo para encontrarle, ya viejo, y vengar la brutalidad ejercida sobre el autor de sus días. Al comienzo del film de Sorrentino, Cheyenne se despide de Frances McDormand, que aparece como una amiga íntima al cuidado de la dañada estrella. El film se estrena mundialmente en el Festival de Cannes y aspira a la Palma de Oro.
Penn hace doblete en esta 64 edición, ya que está a bordo de la esperadísima película de Terrence Malick, «El árbol de la vida». Curiosamente, interpreta al hijo adulto de Brad Pitt. Se espera que Penn venga con su nueva liason, Scarlett Johansson, recién separada de Ryan Reynolds. Garantizada la presencia de Brad Pitt, también se espera a Angelina Jolie, que junto a Jack Black promocionará la segunda parte de la película de animación «Kung Fu Panda». La alfombra roja acogerá a dos parejas poderosas de Hollywood.

La 64 edición del Festival Internacional de Cine de Cannes se prolongará hasta el 22 de mayo.