CLEO DE 5 A 7

Titulo original: Cléo de 5 à 7
Año: 1962
País: Francia
Duración: 90 min.
Dirección: Agnès Varda
Guión: Agnès Varda.
Música: Michel Legrand.
Corinne Marchand, Antoine Bourseiller, Dorothée Blank, Michel Legrand, Dominique Davray, José Luis de Villalonga, Jean-Claude Brialy, Eddie Constantine, Danièle Delorme, Sami Frey, Jean-Luc Godard, Anna Karina, Serge Korber, Lucienne Marchand, Robert Postee, Yves Robert y Alan Scott.

Cléo (Corinne Marchand), una bella muchacha, cantante de no mucha fama, espera el resultado de un examen médico. Dado que el doctor no abriga muchas esperanzas, Cléo consulta a una adivina, Irma (Loye Payen), a quién las cartas le confirman la mala noticia, saliendo llorosa a la calle. Cléo es una muchacha mimada, egoísta, que no está acostumbrada a plantar cara a los problemas. En un café encuentra a su camarera y amiga Ángeles (Dominique Davray), a la que comunica el resultado de su consulta. Ángeles intenta, para animarla, explicarle el caso de una amiga. No lográndolo, la lleva a pasear por las calles, mirando los brillantes escaparates de la calle Rivoli y entrando en una tienda donde Cléo se prueba un sombrero; la vendedora la ha reconocido y sus halagos llegan a distraer a Cléo de su pesadilla. Toman un taxi y regresan a su casa donde esperan la llegada de los músicos para ensayar. Pero no son los músicos los primeros en llegar, sino José (José Luis de Villalonga), amigo de Cléo, al que recibe deslumbrante y ansiosa de evadirse por unos momentos de su obsesión. Pero él no tiene tiempo; ha entrado unos momentos a saludarla y aunque ella le dice que está enferma, él no le da importancia. Por fin llegan los músicos, entre ellos Bob (Michel Legrand), un pianista divertido que, aunque dice necedades, anima la reunión, que se desarrolla alegremente hasta que Cléo sufre una crisis nerviosa. Entonces Cléo descubre su soledad, la indiferencia de José, la maldad de su pianista, el egoísmo de su camarera. Cléo se viste de negro y sale a la calle. Al azar entra en el café de Dôme; escoge uno de sus propios discos, lo coloca en la máquina para oírse a sí misma y ver la impresión de su voz en los demás, pero nadie le presta atención. Abrumada, acude a ver a una amiga suya, Dorothée (Dorothée Blank), modelo en un taller de escultura, que le lleva en el automóvil de uno de los escultores, a un cine donde proyectan una prueba de la película cómica que está realizando el novio de la modelo. Accidentalmente Dorothée rompe u

En esta película, uno de los trabajos más inconformistas de la nouvelle vague, Agnes Varda no crea una línea argumental de tiempo real, sino que la divide en pequeños episodios iniciados con cartas significativas del tarot. A través de la subjetividad, una banda sonora que en ocasiones sobrepasa los diálogos, un estilo casi documental (que firma Michel Legrand, que interpreta también un breve personaje) y una excelente interpretación de Corinne Marchand, que más que interpretar parece vivir a Cléo, el largometraje aporta la capacidad de meticulosa observación de su realizadora en dos horas en la vida de una mujer y una vigorosa dirección, siempre coherente con la corriente que la representa.