Se le reconoce su amplia trayectoria, que incluye clásicos como «Mary Poppins» o «Sonrisas y lágrimas»

Aunque aún faltan más de cinco meses, ya se está preparando una nueva edición de la Mostra de Venecia, y este viernes, la organización anunció la veterana estrella de Hollywood Julie Andrews recibirá un León de Oro de Honor por su amplia trayectoria, que incluye clásicos como «Mary Poppins» o «Sonrisas y lágrimas», así como la reciente «Aquaman», donde su voz suena en la versión en inglés en la participación de un personaje digital.

Este Golden Lion es el bien merecido reconocimiento a una carrera extraordinaria que ha combinado admirablemente el éxito popular con la ambición artística, sin ceder nunca a compromisos fáciles», expresó Alberto Barbera, director del certamen italiano, en un comunicado. «Me siento muy honrada de haber sido seleccionada para recibir este año el galardón del León de Oro a una carrera», dijo por su parte Andrews.

Pelo generalmente corto, aspecto dulcísimo (empalagoso, dicen sus detractores), ojos claros y sonrisa infantil. Julia Elizabeth Wells, mucho mejor conocida como Julie Andrews, es una de las grandes del cine musical norteamericano de los 50 y 60, aunque no nació en ese país, sino en Gran Bretaña. Vió la luz por vez primera en Walton on Thames, cerca de Londres, el dia 1 de octubre de 1935.

Dotada de una maravillosa voz, fue fichada desde los escenarios londinenses hasta los de Broadway, donde interpretó éxitos del género como «My Fair Lady» (un papel que en el cine le arrebató Audrey Hepburn), «Camelot» o «The boy friend». En 1964, debutó en la pantalla con una comedia bélica al lado de James Gardner, «The Americanization of Emily».

La revelación llegó para Julie ese mismo año de la mano de Walt Disney, en su famosa comedia musical «Mary Poppins» (1964), que mezclaba imagen real con dibujos animados. Todos recordamos a la joven actriz bajando del cielo entre los tejados londinenses gracias a un paraguas. Con ese entrañable personaje de institutriz y bruja buena, logró el Oscar, primero en la historia que se concedía por una película infantil.

«Sonrisas y lágrimas», de Robert Wise, fue el título que consolidó la fama internacional de Julie Andrews, y también el que ha sido su imagen de marca: chica guapa, de primorosa voz y aspecto dulce, inocente, casi virginal, aunque también decidida y luchadora. Ya de entrada, el papel de novicia, con el que iniciaba la película, dejaba las cosas bastante claras. Aunque María finalmente encontraba el amor menos espiritual al lado del capitán Trapp (Christopher Plummer), a lo largo de las casi tres horas de la cinta exhibía sus múltiples virtudes. Su siguiente trabajo fue «Cortina rasgada / Torn Curtain», de Alfred Hitchcock.

Si alguien ha colaborado arduamente en el intento, probablemente frustrado, de cambiar la casta y dulzona imagen de Andrews, ese ha sido su marido, el director Blake Edwards. En 1970 intentó avivar su lado erótico, dentro de las limitaciones hollywoodienses de la época, con «Darling Lili», cara producción propia que fracasó en taquilla. Al año siguiente la dirigió en el drama sentimental «La semilla del tamarindo», pero sus más serios y provocadores esfuerzos por lanzar al público «otra» Julie Andrews han sido sucesivamente «Sois honrados bandidos.», una sátira sobre la moderna industria de Hollywood en la que por primera vez y para escándalo de sus más bienpensantes fans, la actriz mostraba vez sus senos, y «¿Victor o Victoria ?». En esta última, el desafío era colocar a su esposa en un ambiguo papel, una mujer disfrazada de hombre con tendencias homosexuales.

Su última presencia física en la pantalla grande data de 2010 («Tooth Fairy»). En los últimos años, los escenarios de Broadway han sido el refugio de esta atractiva y dulce actriz, cuya voz e imagen permanecerá en nuestra memoria asociada a alguno de los más famosos musicales de la historia del cine. No obstante, ha participado con su voz en cintas de animación como las de la saga «Mi villano favorito» o en la citada «Aquaman», y produjo y presentó la serie infantil «Julie’s Greenroom».

Cabe recordar qie en 2003 se le había conceido el Premio Donostia del Festival de San Sebastián, pero al celebrarse el certamen una semana después del fatídico 11 S, la actriz renunció a viajar a la capital Guipúzcoana, quedándose así sin el premio.