La obra de Alfredo Sanzon llega este viernes al Teatro Español de Madrid

El dramaturgo y director Alfredo Sanzol, estrena este viernes en el Teatro Español de Madrid «Delicadas», la función más vista del pasado Festival Grec de Barcelona, que su autor ha definido como un «cuento de primavera, optimista y de lucha por la vida». La obra permanecerá en escena hasta el 15 de mayo. Mamen Duch, Marta Pérez, Carme Pla, Albert Ribalta, Jordi Rico y Àgatha Roca protagonizan la función.

Alfredo Sanzol ha tomado el título de la función, puesta en escena por la compañía T de Teatre (que se la encargó), de un libro de cuentos también suyo. Ese título es «irónico y paradójico» porque precisamente habla de mujeres «a las que no dejaron ser delicadas», recuerda. «Les tocó vivir la guerra y la posguerra y eso les hizo fuertes y duras, mujeres con mucho ímpetu, que no tenían tiempo para ellas y con las que no se podía jugar porque siempre andaban ocupadas», señala.
«Me obsesiona la historia corta, el sketch, o mejor dicho, los sketches. La estructura que forman las pequeñas historias. La galaxia que crean las formas inconexas. La unidad que se logra a través de lo que en apariencia no tiene unidad. T de Teatre fue una influencia muy importante para mí. Hombres un espectáculo que me abrió la posibilidad de un camino, y quince años después, que juntos hayamos creado «Delicadas» ha cerrado un círculo», afirma el autor.
Según Sanzol, «recuerdo que una mañana me levanté muy temprano. Tenía siete años y estaba en Quintanavides, el pueblo de mi abuela. Bajé a la cocina y mi tía Guada se estaba lavando. Con una toallita iba mojando cada parte de su cuerpo. Como yo era un niño ella siguió a lo suyo. Su mano, bajo el camisón blanco, no paraba de moverse. Después del agua, se dio una friega con alcohol de 96º, y luego se untó de arriba abajo con Nivea. Después me dio de desayunar, y me dijo: Tú te duchas demasiado. Una niebla espesa luchaba contra el sol. Cogió un cubo, lo llenó de agua, y salió al jardín a regar los rosales».
El autor prosigue explicando como desde su ventana vio como acariciaba una rosa. «Me puse celoso», dice. «Esta pieza está dedicada a mi abuela y a sus hermanas. Es una manera de devolverles su cariño. Una manera de hablar con ellas, de divertirme con ellas, de intentar comprender aquello que sabemos que nunca entenderemos. Desde luego estos personajes no son ni mi abuela ni sus hermanas. Y los hombres que están con ellas no son sus hermanos, ni sus maridos. Cuando eres pequeño la imaginación completa a toda velocidad lo que no sabes, y creo que Delicadas es una ensoñación que necesitaba fabricar para poder hablar con ellas, para inventar lo que nunca me pudieron contar».