Dirigida por el cubano Gerardo Chijona, se estrena este martes en el certamen estadounidense

El valiente y arriesgado largometraje hispano-cubano «Boleto al Paraíso», seleccionado en la sección oficial a competición World Fiction Films del Festival de Sundance 2011 que se celebra desde el pasado sábado hasta el 30 de enero, tendrá este martes 25 su primer encuentro con los espectadores.

«Boleto al Paraíso» es la única película española que participará en la presente edición del festival que dirige Robert Redford desde su fundación hace casi 20 años, convirtiéndose en uno de los Festivales Internacionales más importantes de cine independiente y referente cinematográfico mundial.
Dirigida por Gerardo Chijona, «Boleto al Paraíso» está protagonizada por Miriel Cejas, Héctor Medina, Luis Alberto García, Alberto Pujol, Enrique Molina y Jorge Perugorría. La película, basada en hechos reales, cuenta la historia de un grupo de jóvenes cubanos a principios de los años noventa, cuando tras la caída del muro de Berlín y la consiguiente desaparición de la protección económica de la Unión Soviética, la isla sufrió una larga etapa de escasez que el régimen denominó «periodo especial”. En esos años el país estaba sumido en un colapso económico total y miles de cubanos decidieron huir de las penurias de manera desesperada, tratando de alcanzar las costas de Florida, que distan unos 120 km, en balsas fabricadas de manera artesana.
Sin embargo los protagonistas de «Boleto al Paraíso» no abandonan Cuba, sino que buscan un mejor acomodo en ella: El Sida no había hecho su aparición en la isla hasta mediados de los años ochenta a través de los soldados que el régimen había enviado a la guerra civil de Angola. Una vez en Cuba, el gobierno de Castro decidió encerrar a estos primeros enfermos en sanatorios, no los dejó salir en años, e indagó en su historial sexual, rastreando sus contactos para detenerlos, analizarlos y, en caso de estar contagiados, aislarlos también.
Paradójicamente, los enfermos recibían un trato exquisito en los hospitales: tenían buena comida, un cuarto propio, limpieza, … sin ninguna contraprestación. Estas noticias llegaron a oídos de la población y muchas personas, en un acto de extrema desesperación, se infectaron voluntariamente tratando de tener unas mejores condiciones de vida.
Ese fue el caso de los jóvenes protagonistas de «Boleto al Paraíso» (Eunice, Alejandro y Fito), procedentes de familias desestructuradas y amantes del rock en un país donde esa música podía llevarte a la cárcel por estar considerada «propaganda imperialista”, que se plantean infectarse como última vía de salvación…